Escoltado por la Danza del Torito Guapo y al son de la cumbia chorrerana, interpretada por compañeros del ambiente folclórico, ayer fue acompañado hasta su última morada, Edwin Flores, víctima No. 12 del accidente en el que fallecieron miembros del conjunto de "Ñato Califa". Las honras fúnebres del músico y bailarín, quien al momento de su muerte tenía 31 años, se dieron en la Iglesia Episcopal San José, presidida por los pastores, Milciades Forero y Victoria Mina, su madrina. Flores era admirado por sus dotes de buen bailarín, era integrante del Club Atlético Independiente, en el que usaba la camiseta No. 16 como delantero. También tocaba la caja y el güiro en el conjunto de don Carlos Felipe Isaacs, "Ñato Califa". Además, cantaba con "Chía" Ureña y participaba en el coro de su iglesia.
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