Su singular risa es contagiosa, incluso ante las adversidades de la vida.

Alfonso Castillo, labora arduamente, para conseguir el sustento diario.

A sus 41 años, se dedica a trabajar como limpiabotas en el parque 19 de Octubre de Aguadulce. Castillo reveló que comenzó a ganarse la vida desde los 9 años, pues tenía que ayudar a sus padres a mantener a sus once hermanos.

Manifestó que creció con ese deseo de ganarse el dinero con el sudor de su frente, y por ello todos los días se levanta muy temprano para iniciar la jornada de trabajo.

Alegó que cada día se gana B/.9.00, ya que las personas lo prefieren, porque además de ser buena gente, se ha convertido en un ejemplo de amor y sacrificio.

Aseveró que cada tres días tiene que comprar latas de betún, para atender a sus clientes que son en su mayoría buseros, trabajadores de los ingenios y también de las oficinas cercanas.