El nuevo Barcelona de Frank Rijkaard, el que ha traicionado su estilo para abonarse al resultadismo más efectivo, sigue aferrado a la Liga tras vencer por la mínima al Racing de Santander 1-0, en otro mal partido ofensivo del conjunto azulgrana.
Este Barça, cuyo nivel de competitividad crece al mismo ritmo que disminuye su fútbol atractivo, volvió a aburrir a la parroquia del Camp Nou, sufrió lo suyo para conseguir la victoria y acabó, una vez más, pidiendo la hora. Sin embargo, el equipo azulgrana suma y sigue vivo en todas las competiciones.