Llevo lo que va del año analizando las dos horas supuestamente de información de Telemetro Reporta y no hay explicación lógica para esa propuesta en una pantalla que tiene cuatro noticiarios medio malos y donde en todos vemos lo mismo porque repiten en la mañana lo de la noche anterior; al medio día lo de la mañana; en el estelar lo de la noche anterior, lo de la mañana y lo del medio día y en la edición nocturna, siguen las repeticiones con un par de actualizaciones casi siempre de información de violencia.
Yo no sé si en producción de noticias de Telemetro lo sepan, pero uno se sienta a ver un noticiario para informarse. Punto. Cuando una pantalla extiende un informativo lo hace para presentar una oferta informativa diferente a la competencia, con piezas mejor trabajadas, más completas, con segmentos fijos bien elaborados, entrevistas exclusivas en estudio, reportajes a profundidad, de investigación, una agenda informativa propia, notas donde el que los sintonice sienta que realmente se informa.
Se hacen resúmenes informativos cada media hora para que quien llega tarde se actualice y pueda seguir viendo el resto; no se repite información ya dada al menos que sea de real importancia, pero anexándole más contenido y actualidad. Aquí no pasa eso y lo que nos están dando no es dos horas de información, sino dos horas de relleno.
Ellos decidieron, en vez de dos horas de información variada, proponernos una gran comparsa de gente a cuadro que va desde Maritza Muñoz casi solo como presentadora de menciones, a Luis Fernando del Río presentando sin una sola nota propia desarrollada por él una sección dizque de internacionales que no es más que información bajada de la señal de CNN, a Roseta Bordanea, "re-leyendo" -desactualizadas y hasta mal- las notas del espectáculo publicadas en los diarios, las notas bajadas del cable de televisión de paga o promocionando la programación de su pantalla, a Rony Vargas en la sección de deportes, a Armando Aparicio en la sección económica, que por cierto es el único que desarrolla notas propias, y a José Escobar y Jenia Nenzen como los reyes de la comparsa sentados en su trono que no saben disimular los horrores que tienen que leer.
Aquí el problema para efectos de televisión no es si dura una, dos o tres horas. El tema es para qué dos horas de algo que pueden hacerlo bien en una. De qué sirve tener dos horas supuestamente de noticias si al pasar la primera hora hacen un resumen de lo que han presentado y minutos después repiten notas que ya han dado. ¿Qué sentido tiene haber sacado a Maritza Muñoz de la mañana para tenerla como estatua en el estelar donde pierde la poca presencia en pantalla que Alvarado le dejaba en la mañana? ¿Para qué cuatro segmentos de notas internacionales si con abrir un diario o ver CNN me entero de eso y de más? ¿Para qué una sección de espectáculos que no habla de espectáculos, donde no se entrevista en estudio a un artista o donde no se hace una sola crítica de una obra de teatro?
Este noticiario tiene un run down pésimo, tiene problemas en la redacción de las entradas, en la confección de las notas y ni hablarle de los directos, algunos sin sentido alguno haciendo evidente que están rellenando y en otros escuchando cantinfladas de ciertos reporteros que de tres palabras cuatro la dicen mal. Sentarse a ver Telemetro Reporta Estelar es perder una hora de tiempo porque, aunque pudo ser una extraordinaria idea, al aire lo que sale es una comparsa de gente en 120 minutos donde uno, como audiencia, "se entera" de algo, pero no se informa. Entonces, ¿para qué dos horas?