Buscan placer en el cine

Eran las 12:30 p.m., el sol estaba a su máxima potencia, cuando DIAaDIA observó en los predios de uno de los cines más antiguos de la ciudad capital, cómo personas disimuladamente, con una mezcla de cautela y ansiedad o hasta con aparente preocupación por no ser vistas, llegaban de forma silenciosa para entrar al sitio a ver la variada cartelera de películas que estaba en la esquina de la taquilla de ventas.

Al parecer, por la reacción de quienes allí trabajan, se puede suponer que son clientes frecuentes, ya que intercambiaban palabras con Daniel Hassan Junior, hijo del retirado señor del mismo nombre, quien le dio flote al popular cine.

La tendencia retro del Teatro Tropical se hacía notar en cada una de sus paredes. Al fondo del salón, un señor con camisa guayabera blanca, con el rostro cansado, producto de su edad, tomaba los boletos para darle la señal al cliente y así poder pasar al momento mágico de placer para muchos de ellos.

Al abrir las oscuras cortinas que dividen la sección del salón, están las sillas; sin embargo, las mayoría de los clientes prefieren ver de pie las películas, en esta ocasión, “Amores Salvajes”. El motivo, según explicaron, es que antes cuando se sentaban, eran acosados por homosexuales y aún no se sienten seguros uno del otro.

Escenas fuertes entre actores de la película parecía divertir y excitar a los presentes, quienes disfrutaban con una sonrisa cada escena. Esto, bajo un cómodo precio de $2.14 adultos y $1.09 los jubilados.

A cada rato entraban y salían personas, pues en el cine, solo al pagar la entrada, se les permite quedarse cuanto tiempo quiera sin necesidad de pagar nuevamente.

La sala posee aproximadamente 400 butacas, dos entradas, salidas de emergencia, pero carece de la moderna tecnología que actualmente es el fuerte de muchos otros cines. Su atractivo sistema de focos de baja calidad, contribuye a darle vida a la proyección de las fuertes escenas eróticas, que son la atracción número uno del lugar, por la que generalmente hombres pagan por ver.

No hay duda de que las películas y fotografías con contenido sexual explícito, es el fuerte de este cine así como del conocido Teatro Apolo, ubicado en Calidonia.

Según Hassan, encargado del Tropical, una vez se intentó cambiar la programación, pero perdió su esencia, ya que las personas no asistían y tuvieron que volver a sus acostumbradas películas.

Por lo popular y buena aceptación de sus clientes, Hassan piensa ponerle un aire diferente al lugar. “Después que culmine las tandas de las películas, quiero hacer una exposición de bandas en vivo en el vestíbulo”, informó.

Mientras tanto, los estudiantes del Instituto Nacional pasan cerca del lugar y observan la cartelera en la entrada.