El puente sobre el río Raicero en Nombre de Dios se ha convertido en una trampa de muerte para los moradores y visitantes del distrito de Santa Isabel, quienes deben arriesgar sus vidas al pasar por la estructura colgante que se ha quedado sin las tablas de madera por donde deben transitar los vehículos que aumentan en verano.
La situación es critica, al punto que las autoridades y algunos transportistas han decidido ellos mismos reparar el paso ante las demoras del Ministerio de Obras Públicas en reparar el puente e iniciar la construcción de un nuevo acceso sobre el río, que se prometió en campaña electoral y se reiteró se daría a inicios de este año.
María Luisa Castillo Quintana, residente en el distrito, relató que hace tres días el bus Doña Angela que cubre la ruta desde Colón hasta la Costa Arriba se quedó atascado en el puente, porque una de las llantas se hundió en el hueco poniendo en peligro la vida de los pasajeros que gritaban histéricos.
Llevan años solicitando la construcción de un nuevo puente sobre el Raicero y los trabajos de mantenimiento son escasos.
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