El Ministro de Gobierno y Justicia, junto a los alcaldes y otras autoridades del país, analizan la posibilidad de suspender la venta de licor hasta altas horas de la madrugada en bares y restaurantes, porque, según ellos, ayudará a disminuir la violencia. Los propietarios de bares y discotecas no están de acuerdo.

Dayanara Kirbe: "La venta de alcohol no tiene que ver con la violencia del todo, puede ser un poco. Las autoridades deben aplicar otra estrategia para disminuir la violencia".

Yaiseth Pardo: "De repente influye un poco para disminuir la violencia, pero no del todo. Pienso que en vez de esto lo que deben hacer es poner más policías en las calles".

Sonia Bernal: "No creo que esto ayude, porque si no es en discoteca, conseguirán licor en cualquier otro lugar. Creo que sería hasta peor porque libarían en las calles".

Raquel Vergara: "Si hacen eso, habrá lugares que lo venderán bajo cuerda, hasta que no haya un gobierno de verdad. La violencia no cambiará".

Saúl Dominguez: "Quedaría en lo mismo, porque si no compran licor en las discotecas, es en los supermercados.

Jaime Ortiz: "Pienso que sí ayudaría porque después de los tragos viene la violencia, así que sí creo que deben vender licor hasta las 12 solamente".

Briceida Córdoba: "Creo que deben dejar de vender licor hasta altas horas de la madrugada porque hay que agotar todos los recursos y tratar de disminuir la violencia".

Briceida Baso: "Creo que ayudaría un poco porque el alcohol incita a la violencia, pero no del todo. Las autoridades deben hacer algo más drástico".

Gilberto Ramos: "Que vendan licor hasta medianoche o hasta la madrugada, da lo mismo. La violencia está de día de noche y en todos lados, y no es justo para los dueños de bar".

María Ramos: "Pienso que deben probar primero para ver si funciona o no, pero más por los accidentes de tránsito, porque el alcohol influye mucho en estas tragedias".

Essie de Gutiérrez: "Eso no va a influir en nada, porque la gente va a hacer lo que sea para conseguir licor. Entonces libarán en las casas o en las esquinas de las barriadas y es peor".

Lissette Serracín: "Para nada va a servir porque entonces la gente va tomar todo lo que pueda hasta las doce, además comprarán todo el licor que deseen y se irán a una casa".