Esta es la Señora Diolinda González en su kiosco. (Foto: CLARICEL CAMARENA / EPASA)
Claricel Camarena
| DIAaDIA
El amor lo puede todo. Diolinda González lo demuestra, pues gracias a su trabajo en su kiosco de verduras y frutas, llamado "Shaddai", pudo saldar sus gastos, tener una casa digna y educar a sus hijos.
La señora Diolinda es ejemplo de personas que han luchado para salir adelante y levantar a su familia con amor.
Un negocio que empezó desde hace varios años fue una fuente de ingreso para la familia y para "que mis hijos tengan un futuro mejor", fueron sus palabras.
Igualmente, está tratando de ahorrar para invertir en una carnicería y hacer un anexo para un salón de belleza. Desde temprano, comienza su faena en ese kiosco ubicado en Cerro Batea, con la esperanza en Dios que todo le saldrá bien y pueda vender su mercancía.
Su inspiración para trabajar es su familia. En el local no sólo se venden frutas y verduras, sino también productos enlatados, refrescos y dulces. Entre las mercancía están guineo, mandarinas, piñas, naranjas, plátanos, tomate, ají, azúcar, etc.
No queda duda que personas como ella son pocas y que con perseverancia logran los sueños y eso lo puede testificar esta señora, al lograr unos de sus sueños: ver a sus hijos graduarse gracias a un trabajo honrado y digno.
SUS TRIUNFOS
Una meta que desea cumplir Diolinda González es comprarse un carro.
Dijo estar consciente que la mejor salida para todo es buscar de Dios, ella es muy religiosa y predica por su comunidad para que los problemas que existen en dicho lugar se solucionen.
No cabe duda que existen personas nobles y muy buenas en nuestro país.
LUCHADORA
Con el amor de su familia logró conseguir uno de sus sueños.