Crueldad en Capira

“Hagan lo que hagan no me devolverán a mi hija con vida”, era lo que decía llorando Isis Ábrego cuando la Fiscalía Auxiliar de la República realizaba el levantamiento del cuerpo sin vida de su hija Isabel Becerra, de 13 años, quien había desaparecido desde el domingo en horas de la mañana y fue encontrada ayer, desnuda y con dos puñaladas.

Este dramático hecho se registró en la apartada comunidad de Polanco, distrito de Capira, cuando la mañana del domingo Isis le pidió a su hija que fuera donde su tía a buscar un dinero para pagar algunos números, tomando en consideración que por los caminos de Polanco solo viven familias y gente conocida; la jovencita se fue sola a eso de las 7:00 a.m., pero nunca más regresó.

Luego de haber pasado un par de horas, la madre decidió ir a averiguar sobre Isabel y se dio cuenta de que nadie sabía de ella, por lo que las preocupaciones saltaron como resorte.

De inmediato dio aviso a la Policía Nacional, quienes llegaron a hacer las averiguaciones y algunos recorridos, pero como cayó la noche suspendieron la búsqueda.

Una completa agonía vivió toda la noche la madre de esta criatura, mientras se culpaba de lo ocurrido por enviarla a hacer ese mandado. "No paré de rezar en toda la noche", explicó.

El corazón de Isis se partió en mil pedazos al confirmar que Isabelita fue encontrada sin vida a un lado del río Polanco, con evidentes signos de haber sostenido una pelea con alguien, esto por las cortadas de hierba que tenía en su cuerpo, como si la hubiesen arrastrado varios metros.

Poco después del mediodía de ayer y bajo un candente sol de verano, personal de Criminalística realizó el levantamiento del cadáver y las averiguaciones del hecho, que estremeció a esta comunidad.

El párroco de la iglesia San Francisco de Paula, Francisco Verar, pidió a las autoridades mayor vigilancia para poder seguir adelante sin el pánico que envuelve a muchos y que los mantiene presos en sus casas.

El pasado 1 de enero este padre junto a sus feligreses realizó una misa y posterior marcha por las principales calles del distrito exigiendo paz, pero esto no ha servido, porque los homicidios están a la orden del día, dijo.

La Policía Nacional anda tras la pista de dos sujetos que presuntamente residen en La Chorrera y que estaban en el lugar antes del crimen, quienes luego desaparecieron como por arte de magia.