Este búnker llama la atención de los visitantes. (Foto: MANUEL ROBLES. /EPASA)
Manuel Robles Q.
| DIAaDIA
Inmensas y heroicas estructuras. En medio del Parque Natural Metropolitano existen tres grandes edificios manchados de antigüedad, cubiertos de ramas y árboles que los esconden del brillo del sol. A simple vista, se observa como una estructura vieja más en el camino, sin embargo, la historia que guardan estas edificaciones son sumamente reveladoras.
Entre esto, está la historia de un búnker que data de los años cuarenta, para los tiempos de la Segunda Guerra Mundial, que funcionaba como uno de los búnker más importantes para los Estados Unidos ante estos ataques.
Mientas en Australia la Segunda Guerra Mundial estaba en su momento, Panamá también tenía participación de estos ataques que fueron protagonizados por grandes ciudades como Italia, Japón, Australia, Estados Unidos, entre otras. Panamá era uno de los puntos clave para los norteamericanos, pues en el área canalera, que en aquellos tiempos le pertenecía, confeccionaron este gran búnker, el cual funcionaba como un taller y en el que se probaban diferentes motores de avión que diariamente entraban para ser examinados y que luego salían con el permiso para ser usados en la tan mortal Segunda Guerra Mundial.
Según guías del parque, estos motores de avión eran probados en Panamá.
REPARACIONES FRUSTRADAS
La construcción de este búnker es muy poco usual en estos tiempos, por eso es uno de los grandes problemas que enfrentarían para su restauración. Sus paredes están confeccionadas de hormigón y el grosor de estas murallas son de aproximadamente de dos pies.
Esta estructura cuenta con tres auditorios y capacidad para unas 200 personas cada uno, de los cuales uno es subterráneo, pero este edificio no cuenta con cableado eléctrico, lo que dificulta las reparaciones, pues tendrían que reventar las paredes para poder agregar el cableado eléctrico.
Es un riesgo, pues, a pesar de que su material es bastante fuerte, la antigüedad puede hacer que las paredes puedan ceder y caer.
Hoy se estudian otros métodos para la restauración de esta importante estructura.
ABANDONADO
Actualmente, este edificio está cerrado, lleno de telarañas, hongos, y en su mayor parte está deteriorado. A pesar de que ya han pasado distintas administraciones gubernamentales interesadas en rehabilitarlo, los intentos han sido en vano, pues los costos son muy elevados. Pero las esperanzas de los guías y de los administrativos del Parque Natural Metropolitano siguen como una vela encendida, pues su sueño es ver este histórico búnker convertido en un museo turístico.