Para celebrar y enmarcar.
El suizo Roger Federer quitó de en medio al alemán Tommy Haas, el hombre con el que nunca había podido en Australia, y en un partido en el que estuvo contra las cuerdas, selló su paso a los cuartos de final al derrotarle por 6-4, 6-0, 3-6, 4-6 y 6-2.
Haas tenía contra Federer un récord extraño en Australia. Venció al suizo en los JJ.OO. del 2000 en Sydney, y dos años después en los octavos de final del Abierto. Incluso, en los inicios de esta temporada, en el torneo de exhibición de Kooyong, el alemán logró imponerse en la primera ronda.
Con esa esperanza, el germano se agarró a la pista de tal forma, que después de ser vapuleado en los dos primeros sets, tuvo la suficiente garra para hacer frente al número uno del mundo.
Es extraño ver a Federer volear seis veces en la red para ganar un punto, pero perderlo después es todavía más inusual. Haas, semifinalista en 1999 y 2002, se lanzó en plancha varias veces para atajar sus golpes y por momentos tuvo el partido en su bolsillo.
Pero en el quinto set, una bola dudosa en el lateral izquierdo permitió la ruptura en el sexto juego, y eso dio vida a Federer, que acabó imponiéndose.
SIN LA MAGIA
Federer jugó un partido extraño, sin la magia de otros duelos. Cometió demasiados errores, 58 en total.
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