Bollos con amor

Desde pequeño sus padres le enseñaron a trabajar y eso lo ha hecho fuerte y a no temer a nada, por eso ha logrado salir adelante.

Son muchos los lugares que este vendedor ha escogido para vender, pero en los últimos años se ha ubicado en el Centro Comercial El Dorado, allí pregona el producto y recibe un gran acogida de los transeúntes.

Quiere algo propio

Alrededor de seis años se ha dedicado a este tipo de ventas, pero nunca ha podido ser independiente; sin embargo, sueña con poder tener su propio negocio y ser un microempresario.

Sus días son largos, pues en ocasiones son las diez de la noche y aún no se retira del lugar, hasta que no haya vendido el último bollo. También vende torrejitas de maíz.

La competencia que él tiene en la calle es bastante, pero con su amabilidad y paciencia los compradores llegan solos sin mediar palabra.

Hoy en día

A pesar de que es consciente de que este tipo de negocio en la actualidad es muy próspero, sabe que podría desaparecer, por esa razón no abandona sus metas de ser independiente.

Es por esta razón que aconseja a todos los jóvenes que tienen la oportunidad de estudiar que lo hagan, para que tengan mejores oportunidades de vida de las que él tuvo.