Temen ser aplastados


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Los árboles están muy cerca de las barracas en las que habitan las familias afectadas.

Foto: Leonardo Machuca

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    Foto: Leonardo Machuca

Leonardo Machuca G. / Bocas del Toro - DIAaDIA

Ocho familias con 32 integrantes, entre ellos 18 niños, corren peligro de ser aplastadas por dos enormes árboles, que están a escasos 5 metros de la barraca que habitan, y que está situada en la comunidad de finca 42 en Changuinola, provincia de Bocas del Toro.

Abelino Ábrego, de 55 años, dijo que los árboles le pertenecen a un sujeto que alquiló la casa y se fue a trabajar a la ciudad capital.

Agregó que ya conversaron con personal del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc), pero hasta el momento no han tenido respuesta y teme que ocurra una desgracia.

Zenaida Ábrego, de 23 años, hija de Abelino, afirmó que cuando están dentro de la casa y sienten la fuerte brisa prefieren salir, pero cuando está lloviendo tienen que arriesgarse y quedarse dentro, rogando que nada malo pase.

Agregó que ayer fue a la corregiduría a interponer la denuncia, pero la corregidora y su secretaria se encontraban en un seminario y no es hasta mañana sábado que la podrán atender.

Por su parte, Gladis Concepción, directora provincial del Sinaproc, dijo que efectivamente hace unos meses atendieron el caso y se percataron del peligro, por lo que remitieron una nota a las autoridades de la Oficina de Electrificación Rural (OER), ya que el tendido eléctrico pasa exactamente bajo las ramas de los dos árboles.

También señaló que por parte de dicha oficina no hay ningún problema en cortar el suministro mientras se realice la tala, sin embargo, el problema radica en que el propietario de los árboles no está en la provincia y la mamá, que está encargada de la supervisión de la casa y el alquiler, dice que no puede decidir, por el pago que tendrían que realizar a la persona que realice el trabajo.

Cabe destacar que la barraca en la que viven estas personas está construida de madera y zinc, algunas paredes son de cemento, pero a primera vista se nota la fragilidad de la estructura, pues hace aproximadamente 6 años fue destruida por un incendio.

 
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