Al parecer, el nivel y el caudal de las aguas en las represas de Gualaca ha disminuido; aún así, el alcalde del área, José Luis Candanedo, consideró que este aumento de las aguas pone en peligro a por lo menos 30 familias que viven cerca.
Indicó que si en Fortuna aumenta el caudal sobre los niveles permitidos, a su vez repercute en Estí, la cual ante esta situación tendría que abrir sus compuertas, y de darse podría ocasionar un riesgo por la formación de cabezas de agua. "Son pocas familias, pero se corre el riesgo de perderlas", aseguró.
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