Villarreal y Barcelona empataron sin goles ayer en El Madrigal y se emplazaron para el jueves 31 de enero en el Camp Nou, donde se decidirá la eliminatoria.
A pesar del marcador, el duelo fue emocionante e intenso desde el primer minuto, y se pudieron ver numerosas acciones de peligro en ambas porterías. Fue un encuentro atractivo en el que midieron sus fuerzas dos equipos ambiciosos y con estilos de juego muy similares, pero sobre los que pesó la responsabilidad.