Por todo lo alto. Las grandes ciudades del mundo occidental y cristiano celebran el 1 de enero como el hito que marca la llegada de un nuevo año.
Mientras, la comunidad asiática espera el 26 de enero para celebrar el Año Nuevo Chino, que anualmente se identifica con un animal de su horóscopo, que va rotando cada 12 años.
En el 2008 fue la Rata y ahora le corresponde el Buey, que se celebra conforme al calendario agrario más conocido en China como Año Nuevo Lunar.
Según la leyenda, cuando Buda sintió que la nación China necesitaba reorganizarse, llamó a todos los animales del reino para una reunión; sin embargo, sólo 12 se presentaron: la rata, el conejo, el buey, el tigre, el dragón, la serpiente, el caballo, la cabra, el mono, el gallo, el perro y el cerdo.
Pero, no sólo China celebra el año de Buey, sino también Japón, Corea y Vietnam. La fiesta es conocida como el Festival de Primavera.
AñO DEL BUEY
Para los chinos, la astrología se basa en analogías o semejanzas. Según César Chiu, vicepresidente de la Asociación Chino-Panameña, el buey es un animal de trabajo, que no mira hacia los lados, siempre avanza en la línea recta y será un periodo en el que habrá que hacer frente a los esfuerzos.
Sostuvo que cada uno de nosotros y, en las personas que nos rodean, la sabiduría es un potencial necesario para aprovechar la oportunidad que siempre hay en la adversidad.
A los que nacen en el año del Buey se les describe como personas de respeto, tranquilas, cómodas, que prefieren un trabajo estable y seguro, aunque no hagan mucho dinero.
Cuenta Chiu que los 15 primeros días del nuevo año están colmados de costumbres y supersticiones, iguales a las que practican algunas personas el 31 de diciembre.
VISPERA DE LA CELEBRACION
"La víspera del Año Nuevo es quizá la parte más emocionante, pues en el nuevo año se realizan ceremonias de acción de gracias a los dioses", dijo. Además, se ofrece un banquete a los espíritus protectores de la casa y, sobre todo, al Dios de la Cocina, mensajero de lo bueno y lo malo que cada uno ha hecho, para que el próximo año sea mejor.
Como el Año Nuevo Chino es cercano al inicio de la primavera, las flores son populares. En los portales, incluso de los comercios, se colocan ramos de buena suerte, así como pinturas e imágenes de dioses que representan la buena suerte.
Los ritos y costumbres se desarrollan con mucho cuidado en todos los aspectos, desde la comida hasta la vestimenta. En la mayoría de los casos, es un momento para que las familias se reúnan y den gracias.
Mimi Chang reside en Estados Unidos, pero siempre, para esa fecha, la pasa con sus familiares en Panamá. Ella contó que para recibir el año nuevo, primero comienzan a barrer, empezando de la puerta hacia adentro y amontonando lo barrido en una esquina hasta el quinto día, cuando se puede botar. Si barre hacia afuera, arroja toda su fortuna y a un familiar.
Explicó que se realiza una gran cena en los diferentes restaurantes chinos, en los que se hace una subasta de lámparas, que según el Festival de las Lámparas, tiene que ver con la fertilidad.
¡QUE COMILONA!
Además, para recibir el Año Nuevo Chino se prepara un dulce de tipo especial de nian gao, un pastel de arroz pegajoso.
El doctor Wang Luan Song manifestó que la comida es muy importante y todos los platillos deben atraer el dinero. Por ello, no falta el pollo "ji", el pescado "yu" y la cuajada de frijol de soja "doufu", que significan buenos auspicios, abundancia y riqueza.
También las famosas bolitas de arroz rellenas, cuya redondez representa la unidad y la plenitud de la familia.
La cena consta de mariscos y bolitas de masa guisada, representando los buenos deseos. Las exquisiteses incluyen langostinos, para la vivacidad y la dicha; ostras disecadas (ho xi), por todo lo bueno; ensalada de pescado crudo (yu sheng) para traer buena suerte y prosperidad; cabellos de ángel (fai-hai); finas algas comestibles para traer prosperidad; y bolitas de masa hervidas en agua (Jiaozi). Esta comida, conocida como "alrededor de la cocina", (Weilu) honra el Cielo y la Tierra y reconoce la divinidad de la familia y de los ancestros que establecieron el trabajo de la tierra para la buena fortuna de las familias.
EL CIELO SE ILUMINA
Se acostumbra usar algo de color rojo para librarse de los malos espíritus, pero no se usa ni negro ni blanco, ya que se los asocia con el luto. Después de la cena, se llevan a cabo más actividades familiares relacionadas con la ocasión. A medianoche, el cielo se ilumina con fuegos artificiales.
Con esto se inicia la Festival del Nuevo Año Lunar, donde el sonido de los petardos señala su llegada y se hacen pedidos de fortuna en los templos, como el de la Sociedad China Religiosa y de Beneficencia Yan Wo, en el Barrio Chino.
Se reparten a los niños y ancianos mayores de 75 años sobres rojos lai see (cantonés), hong bao (mandarín), que contienen dinero de buena suerte.
ACTIVIDADES
Para este año, la comunidad se reunirá hoy y mañana en el Centro de Convenciones Atlapa y Barrio Chino. Entre las actividades que tendrán está la Danza del Dragón, que se bailó en la inauguración de las Olimpiadas de Beijing el año pasado.
Los integrantes de la Danza del León o Dragón, que junto al Dios del Dinero, desfilarán en un espectáculo callejero. Aquí lo importante es mantener al león danzando, ya que su imagen en movimiento ahuyenta los malos espíritus.
El dragón está cargado de lluvias y su danza es apropiada para pedir lluvia para los cultivos en sociedades agrícolas, además es un símbolo que trae suerte a las personas, explicó el doctor.
LLEGADA DE LOS CHINO A PANAMA
En 1854 comenzaron a llegar los primeros grupos de chinos a Panamá, provenientes de Cantón, para trabajar como obreros de la construcción del ferrocarril. La presencia de los chinos en Panamá lleva más de 150 años.
Sergio Lay, miembro de la Asociación Chino-Panameño, comentó que los primeros 705 chinos cantoneses se enfrentaron a las enfermedades tropicales, la depresión, el consumo de opio y los suicidios masivos.
En Panamá, residen unos 200 mil chinos, así como miles de panameños cuyos abuelos y padres nacieron en China, principalmente, en Cantón.
LOS PIONEROS
En el poblado panameño de "Matachín", donde vivieron los primeros trabajadores chinos, se suicidaron 415 cantoneses, debido a la depresión luego que fueran afectados por la fiebre amarilla durante la construcción del Canal.