Para todos los gustos. El helado es un postre que nunca falta en la dieta de los panameños y que se vende como pan caliente, eso opina don Reynaldo Ríos, quien tiene más de cinco años de dedicarse a vender helados y gelatinas en la parte frontal del Hospital Santo Tomás, lugar donde es querido por todos los médicos y enfermeras que laboran allí.

Al principio de su trabajo, él se caminaba varios lugares de la ciudad con tal de vender los helados, pero se dio cuenta de que más era lo que caminaba y se desgastaba, que las ganancias; por esa razón, decidió buscar un sitio fijo y qué mejor lugar que el hospital, donde tiene clientes para escoger, entre los doctores que salen de turno, las enfermeras que salen a almorzar, las visitas de los familiares enfermos y además de los periodistas que diariamente buscan la noticia.

AUN NO ES INDEPENDIENTE.

A pesar de los años que tiene de ser vendedor de helados, no ha logrado independizarse del todo, pues comprar un carrito sale un poco caro y lamentablemente él es muy humilde y tiene que ver por sus necesidades prioritarias. Pero sus ahorros están allí, afirmó con gran ánimo don Reynaldo, esperando completarse para algún día ser su propio jefe.

SUS CLIENTES

Según este vendedor, tiene clientes fijos a los cuales les da la tradicional "ñapa", pues le compran hasta dos helados por día e incluso muchos de ellos lo defienden cuando llega algún otro vendedor con ganas de usurpar su puesto.

El precio de estos ricos helados con gelatina solo es de 30 centésimos, el cual no ha subido a pesar que todo ha aumentado, ya que así mantiene a su clientela.

DISFRUTELOS

Si usted quiere disfrutar de un rico helado y está cerca del HST, no deje de visitarlo.