Mariela es muy estricta en su trabajo, por eso hace docencia con sus pacientes. (Foto: JESÚS SIMMONS. /EPASA)
Jesús Simmons
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La van a extrañar. En la vida, el dinero no lo es todo y de eso puede dar fe la enfermera obstetra Mariela Martínez, de 57 años, quien labora en el Centro de Salud de Las Mañanitas.
La vocación de este ángel blanco es tan grande que nunca tiene un no para sus pacientes, es por eso que es muy querida y respetada por todos los que la conocen.
Sus pinitos en la medicina comenzaron en la Clínica Hospital San Fernando, donde laboró por seis años como técnica de enfermería. Las ganas de superarse la llevaron a matricularse en 1980, en la Facultad de Enfermería de la Universidad de Panamá.
En 1986, volvió a la Universidad para hacer el básico en obstetricia. Por 23 años laboró en el Hospital Santo Tomás, también tiene 12 años en la Sala de Labor y Parto del Hospital Nacional.
Ayer, tan ilustre carrera llegó a su fin, ya que Mariela se acogió a su jubilación. Si fuera por ella, hubiera seguido trabajando, pero tiene problemas de salud, además es consciente de que hay que darles la oportunidad a las nuevas generaciones. Lo que más va a extrañar es a sus pacientes y a sus compañeras de trabajo, aseguró.
Para despedir a tan admirable enfermera, sus compañeros de trabajo le realizarán el próximo jueves una bonita despedida.
NIñOS
Mariela no recuerda cuántos niños ha ayudado a traer al mundo.