Desde hace más de 21 años, el barrio de San Felipe conoce a Silvio Andrade, de 76 años, quien se dedica a la confección de redes para pescar.
El antiguo Mercado del Marisco es su taller de trabajo, sin importar el mal estado en que se encuentra la fachada.
En el pasado, el muelle de Petro Hielo, que se encuentra a unos pasos del Terraplén, era su sitio para trabajar, pero prefirió mudarse al histórico mercado por poseer el espacio necesario para confeccionar mejor.
Silvio aprecia el lugar, conservando gratos recuerdos, desde aquellas épocas cuando solía ir a vender sus mallas al mercado y comprar pescado fresco a sus amigos y clientes del mundo de la pesca.
Actualmente, este humilde artesano dedica 10 horas diarias a su trabajo y sólo gana 20 dólares por cada malla. Las ventas han bajado, debido a los pocos pescadores que hay en la zona.
Antes hacía 4 mallas por día, y a la fecha sólo alcanza a vender dos de estos artículos diariamente.
Su vida
Tan sólo tenía 15 años cuando se inició en esta labor. Al principio le costó aprender el arte de hacer redes para pescar, pero con el paso del tiempo, Silvio se convirtió en todo un experto.
El viernes 27 de enero, será su último día en el famoso mercado y se trasladará al muelle de San Felipe.
Un poco nostálgico dijo: "No me agrada mucho la idea de trasladarme, porque aquí trabajo cómodo. En el Petro Hielo es estrecho".
La vida de Silvio transcurre entre mallas y agujas, lo que le sirve para su sustento diario, pero debe ser ejemplo de trabajo y lucha.
ARTESANO
Silvio está de acuerdo con que se mejore el aspecto del Terraplén, pero que no afecte su trabajo.
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