El llanto se apoderó de la familia. (Foto: Elena Valdéz / EPASA)
Elena Valdez
| Coclé, Agencias de noticias
Impotencia, dolor y un profundo pesar invadió la catedral San Juan Bautista de Penonomé, durante las honras fúnebres de Boris Quirós, el escolta del alcalde capitalino que murió a tiros por delincuentes.
El cuerpo fue trasladado desde tempranas horas a casa de sus padres, en Zonadora de Penonomé, para luego llevarlo a la catedral. Allí, en medio de llantos y tristeza se inició la ceremonia religiosa de cuerpo presente.
Amigos y familiares estaban sumidos en el dolor por la pérdida de un gran hombre que murió cuando se dirigía a su trabajo.
El coro entonó canciones tristes que hicieron que cada presente reflexionara y pidiera a Dios por sus seres queridos, mientras el sacerdote, durante el sermón, hizo un fuerte llamado a todos los padres para que estén más pendientes de sus hijos y no se pierdan en la delincuencia.
FAMILIARES
Una vez culminó la misa, los hermanos de Quirós agradecieron el apoyo a los presentes e instaron a los padres de familia a que tomen conciencia y sepan conducir a sus hijos por el buen camino.
Una vez culminó la misa, el cuerpo fue sepultado en el cementerio de Penonomé, en donde se le dio el último adiós.