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Conectados con la muerte

Milagros Murillo F. | DIAaDIA

Con cada conexión, sus vidas están en peligro. Las llamadas "telarañas" han atrapado a más de un panameño, que mueren electrocutados.

El señor Ramón Vargas es electricista y hace dos semanas, junto a un grupo de personas, invadió unos terrenos en Villa María. Él, con otro residente, conectó un cable que va desde un poste de luz hasta las viviendas de madera y cinc.

Vargas dice que es profesional y que tiene su licencia como electricista, pero es consciente de que no deben conectarse ilegalmente, aunque dice que no les queda de otra porque no tienen dónde vivir, así que seguirán abasteciéndose de ese poste de luz hasta llegar a un acuerdo con la empresa de distribución eléctrica.

"Estamos esperando hacer una negociación con los dueños del terreno y la empresa eléctrica, porque estamos dispuestos a pagar", agregó.

Este señor asegura que trabaja con base en contratos. En el caso de la comunidad improvisada, los electricistas son los encargados de poner la luz sin que nadie les pague. Sin embargo, Vargas hizo un llamado a la empresa distribuidora de energía para que acepte ponerles un panel y estar legales.

Ellos compraron unas tuberías y colocaron un cable que va desde el poste de luz hasta la primera casa (a unos 300 metros de distancia), con 20 pies de alto y de allí el cable se extiende hacia las otras viviendas.

Aunque no es el caso de estas personas, sí ocurre que en ciertos lugares, quienes realizan trabajos de electricidad no son profesionales y los riesgos sobran.

Áreas de frecuente hurto de energía

Tal como lo hicieron los moradores de Villa María, en otros sitios como Cerro Cocobolo, Las Garzas de Pacora, Altos de la Torre también hay las llamadas telarañas (ver tabla).

Con relación a las conexiones ilegales, voceros de la empresa Elektra NORESTE dicen que es típico encontrarlas en las invasiones, donde no se tiene delimitada el área de la servidumbre, por lo tanto, la distribuidora eléctrica no puede instalar los postes para la red de distribución, ya que podría estar atentando contra la propiedad privada. "Es indispensable que primero el Estado establezca las calles, veredas y la legalidad de las tierras, a través del Ministerio de Vivienda (MIVI) y el Ministerio de Obras Públicas (MOP)", afirmaron.

También se ven las conexiones ilegales en áreas donde a pesar de que sí existe la infraestructura, las personas se conectan ilegalmente, incluyendo residencias con equipos de alto consumo (acondicionadores de aire).

Un caso común se presenta en los edificios multifamiliares, en los que se violan los paneles de los interruptores, dejando los conductores expuestos, y conectan un cable para llevarlo hasta el cuarto; en este caso, los paneles están ubicados en pasillos de fácil acceso y como quedan sin las puertas o tapas de seguridad, representan un peligro para los residentes.

SE LAS INGENIAN

Los métodos más utilizados para conectarse ilegalmente son los llamados "ganchos" o "cangrejos", que son cables con curvas hacia abajo que se enganchan a la línea de distribución eléctrica y lleva la energía directo a una casa, en el caso de un área servida, o a muchas casas, en el caso de una invasión.

Éstos se levantan con palos que dejan colgando en el cable eléctrico de la distribuidora, lo que crea problemas, porque hay un contacto flojo que no tiene la protección adecuada y puede haber riesgo, informó el capitán Néstor Berrío, de la Oficina de Seguridad del Cuerpo de Bomberos.

Dijo que además del gancho, hay personas que entierran los cables que conectan del poste de luz a las casas, que son los llamados soterrados. Éstos quedan expuestos y como no reúnen las condiciones de protección, como estar cubiertos por tubos de PVC, también son peligrosos, pues alguien los puede pisar.

Otro de los peligros es el uso de conductores inadecuados (cables de teléfono, alambres de púas, cables desnudos, cables muy delgados para la carga, mal empatados, etc.) y la forma en que se llevan estos cables hacia sus respectivos hogares (bajo tierra, vía aérea amarrados a la vegetación viva, por postes de hierro sin aislamiento, por arriba de casas o a baja altura etc.), sin importar la seguridad pública de los transeúntes o de los vecinos.

BUSQUE UN EXPERTO

El capitán Berrío fue enfático en decir que para hacer trabajos eléctricos se requiere personal idóneo. Recomienda no poner telarañas, pues para ahorrarse algo de dinero se contrata a personas que no están capacitadas para hacer el trabajo. "Medimos el sistema monetario, no la seguridad de las personas", aseguró. Y es por eso que muchas veces se dan los problemas, porque existen personas que son electricistas empíricos y no tienen todo el conocimiento para realizar los trabajos.

Con él coincide Vargas, quien aseguró que para hacer dichas conexiones se debe ser profesional y buscar asesoramiento para evitar accidentes.

Al no guardar las medidas de seguridad con dichas conexiones ilegales, las personas corren el riesgo de que sus viviendas se incendien debido a cortocircuitos o a sobrecarga de corriente, porque un solo cable es el que da electricidad a toda la casa; y en el peor de los casos, se puede causar la muerte por una descarga eléctrica cuando alguien tiene contacto con los cables expuestos.

HURTO DE ENERGIA

Fraude: Hurto cometido por un cliente que tiene medidor, pero que es alterado para reflejar un consumo menor al real.

Conexiones ilegales: Realizadas por personas que no tienen contrato con la empresa distribuidora (ni medidor) y que se conectan directamente a las líneas de distribución de éstas.





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