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Con un pescaíto en la nariz
El niño pegaba fuertes gritos, el dolor era insoportable. (Foto: CORTESÍA AURA DE GUERRA)

Didier Hernán Gil | DIAaDIA

Esta experiencia será difícil de olvidar y es un ejemplo de altruismo. Todo se inició en una tarde en la que tres médicos y un periodista, miembros de la Asociación de Clubes de Leones, entregaban canastas de comidas a familias de extrema pobreza en el poblado de Soloy, comarca Gnöbe Buglé.

Ya caía el ocaso cuando apareció Máxima Montero con rumbo hacia el Hospital José Domingo de Obaldía, en David. Ella iba de afán y le acompañaba su hijo Milko Vejerano, quien parecía tranquilo, pero luego de recibir la canasta de víveres la madre reveló que el chiquillo tenía en la nariz "un pescaíto".¿Cómo?

Así como lo está leyendo. Ya tenía mal olor. Sin pensarlo dos veces, el oftalmólogo Miguel Wong expresó: "Yo tengo unas pinzas". Seguidamente el pediatra Geovaldo Guerra y la especialista en Medicina Familiar, la doctora Aura Sousa de Guerra convirtieron una mesa de fregar, que estaba ubicada en una casa ajena, a orillas del río Jebai, en un salón de operaciones.

El llanto de aquel niño de siete años era desesperante, pero los médicos demostraron que tenían todo bajo control. Estaban sintonizados en lo que hacían y los moradores se acercaron para ser testigos de esta vivencia.

El Dr. Wong empezó a extraer "el cuerpo extraño", que es como los médicos llaman a estos casos. ¿Cómo entró ese pecesito? Ellos explicaron que las fosas nasales son un cartílago y se dilata, lo que facilitó aquella travesura de estos niños del distrito comarcal de Besikó.

Aunque la madre del menor aseguró que este accidente no tenía mucho tiempo, los galenos precisaron que el "pescaito" ya tenía mal olor por el pasó de los días. Primero se sacaron dos pedazos y luego la gran sorpresa: "Milko tenía un chogorro en la nariz".

Esta hazaña concluyó con fuertes aplausos de los residentes, pues le ahorraron a esa familia un viaje difícil para poder llegar al nosocomio, la larga espera de una ambulancia, una probable infección y especialmente le salvaron la vida al niño, pues los galenos estimaron que seis horas después ese "objeto extraño", le ocasionaría asfixia y por ende hasta la muerte.

Esta experiencia denominada "la odisea del servicio" fue interesante, ya que, estos médicos revelaron que, generalmente, han extraído granos de maíz, porotos, frijoles, tórsalos, pero nunca un "chogorrito". ¿Pescaron los leones un chogorro, usted, qué opina?

CURIOSIDAD

Se conoció que estos médicos han atendido casos de niños con frijoles nacidos en sus fosas nasales, pues no lo informan a sus padres y con el paso de los días es que las madres se enteran.





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