El agua sucia corre entre sus pies. Ésta es la realidad que viven los moradores del sector del Cucui, en Samaria, San Miguelito.
Paralela a la vereda que usan para llegar a sus casas, corre un río de aguas negras, que además pasa al frente de más de cinco casas e incomoda a la gente que transita sobre ella.
Delmira Linares tiene 10 años de estar allí y, desafortunadamente, es la más afectada, porque los fétidos líquidos se estancan junto a su hogar.
"Me canso de limpiar. Antes pagaba a una persona que lo hiciera, pero no da resultado", explicó.
Los vecinos coinciden en que esto es porque unas cuatro casas aprovechan para verter sus aguas de desecho de sus tanques sépticos, una práctica vieja, pero que antes hacían en invierno cuando la lluvia se las llevaba.
Sin embargo, el problema se empeora porque tiran caliche en la cuneta y la basura es su mejor compañera.
Según Delmina, han denunciado esta situación a los promotores de salud que los han visitado, sin tener una respuesta satisfactoria.
Sabe que sus esfuerzos y los de su vecina Lourdes Ríos son en vano, porque la inconciencia de la gente impera.
Antes había una pluma comunal, donde se abastecía la mitad de la comunidad, desapareció por el estancamiento de basura y aguas malolientes.
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