[
Imprimir]


Lo bueno y lo malo de "Semilla"
Definitivamente que Oliver es el consentido de los televidentes por su gracia innata.

Ariosto Velásquez | DIAaDIA

"Vuelve y traba". Comenzó el año y con él los concursos que inundan las pantallas locales desde hace tiempo. Ahora, los protagonistas son los niños, sí amigos, son ellos la materia prima de los concursos televisivos de la temporada. Hoy le escribiremos de Semilla de Cantores y comenzaremos destacando que lo bueno y lo más valioso es la espontaneidad de los chiquitines, que en ocasiones compite con el talento, como es el caso del bocatoreño Oliver De Gracia. Y qué decir de las voces, como la de Yanelis Barría, de Colón, que promete que, con un buen tratamiento, será el relevo generacional de la décima panameña. De lo malo podemos enumerar que al sentenciar a los pequeños, la producción debe ser más sutil, no es nada agradable ver a un niño llorar. Otra de las cosas que no fue nada agradable fue lo maratónico del concurso, pues tomó más de tres horas.

Ahhh... con relación a los músicos, creo que es hora de dar espacio a jóvenes talentos tanto en la mejoranera como del violín, pese a que elogiamos el excelente trabajo de los siempre queridos José Augusto Broce y Colaquito Cortez estoy seguro de que hay retoños que conocen perfectamente estos instrumentos, que bien pueden ser invitados para ir dándolos a conocer. De los presentadores podemos elogiar el trabajo de Víctor Ballesteros, cuyo manejo con los niños es muy adecuado, les hace sentir cómodos y les permite ser espontáneos, a diferencia de Lourdes González que fue elogiada en la pasada temporada de Cuna por buen su manejo, contrario a ahora que se ve distante de los pequeñines.





Ciudad de Panamá 
Copyright © 1995-2009 DIAaDIA-EPASA. Todos los Derechos Reservados