Erick Solís es un joven de 25 años que desde que era adolescente soñaba con ser bombero.

Contó que su padrastro José Almanza, quien también es bombero, lo llevaba a las estaciones para las competencias y esto lo motivó a seguir esta profesión que es de mucho riesgo.

Él labora en el cuartel de Carrasquilla, y desde hace cuatro años es parte de la Guardia Permanente.

Lo que más le ha impactado son los salvamentos que ha hecho de personas involucradas en accidentes de tránsito.

Reconoció que la entidad no tiene los equipos necesarios y suficientes para que den un buen servicio, que es la mayor preocupación que tienen todos los camisas rojas, pero con lo que cuentan llegan a los lugares. Con entusiasmo, narró que el equipo con el que sale a cubrir emergencias fue donado por un bombero que se jubiló.

Erick vive en Juan Díaz con su madre Noemí Saldaña.

En los años que lleva, ha ganado muchas experiencias que sabe lo ayudarán más adelante.

SE PREPARA

Estudió bachillerato en comercio en el colegio Richard Newman y después ingresó a la Escuela Náutica, en donde se graduó de marino polivalente con especialidad en máquina y puente.

MENSAJE

Es importante que los jóvenes se dediquen a los estudios para que se preparen y ayuden a progresar el país.

Narró que cuando va a atender un fuego, las personas se molestan, porque llegan tarde, pero dice que la gente no se pone a ver que existen muchos factores que hacen que uno se retrase.

"Los turnos son de 24 horas y tengo que estar pendiente de cómo entregan el carro de extinción, pero luego de pasar 24 horas despierto, vienen dos días libres".

SEMINARIO

Confesó que lo bueno de ser bombero es que recibe seminario sobre materiales peligrosos, cómo tratar a personas sordomudas y constantes entrenamientos.

PREPARACION

Una rutina de ejercicios para mantener la forma y la condición física es la que sigue Erick.