Adolfo (segundo de derecha a izquierda), ahora ayuda a los indigentes. (Foto: : Hermes González / EPASA)
Jesús Simmons
| DIAaDIA
"Yo sí puedo". No es ningún eslogan político, sino el cambio que tuvo en su vida Adolfo Arenas al entrar al campamento Un despertar a la libertad, Jesús tiene poder, del Ministerio Iglesia Ejército de Dios, en Calzada Larga de Chilibre.
Este trayecto no fue nada fácil para Adolfo, ya que desde los 16 años empezó a consumir marihuna, alcohol, cocaína y, por último, la piedra.
Por andar en este camino de sombras, su familia no quería saber de él, pero Dios le tenía preparado su destino. Un buen día fue recogido de la calle por personal de la Alcaldía de Panamá, que lo entregó a la Iglesia Ejército de Dios.
A su llegada al campamento, se convirtió en el líder de los demás indigentes y era el que planeaba las fugas, pero cuando era su turno, la asistente de la iglesia le prometió que mejorarían la comida si él prometía no huir.
Hoy agradece no haber dejado escapar esa oportunidad, pues volvió a ver a sus hijas y les pidió perdón por todo lo malo que había hecho en su vida.
Actualmente, es uno de los líderes de hospitales y se encarga de las citas médicas y de conseguir los medicamentos de los internos del campamento. A sus 54 años, Adolfo está feliz, porque tuvo su despertar a la libertad.
El campamento funciona desde el 2001 y desde entonces han rehabilitado a más de cuatro mil personas, aunque el 35% de los que ingresan retornan a la indigencia y las drogas.
FONDOS
La Alcaldía capitalina otorga aproximadamente 180 mil dólares anuales en programas para sacar de las calles a los indigentes.