
Los hijos de Francisco ruegan para que su padre se mejore pronto. El domingo cumplirá 63 años. Foto: ROBERTO BARRIOS
Los hijos de Francisco ruegan para que su padre se mejore pronto. El domingo cumplirá 63 años. Foto: ROBERTO BARRIOS
Los hijos de Francisco ruegan para que su padre se mejore pronto. El domingo cumplirá 63 años. Foto: ROBERTO BARRIOS
Ariel es un héroe, perteneció al SPI y había tomado capacitaciones en rescate.
La ventana
El estallido fue en el piso 21.
El edificio estaba custodiado por la Policía.
Aún había vidrios en la calle.
Los hijos de Francisco ruegan para que su padre se mejore pronto. El domingo cumplirá 63 años. Foto: ROBERTO BARRIOS
Ariel es un héroe, perteneció al SPI y había tomado capacitaciones en rescate.
La ventana
El estallido fue en el piso 21.
El edificio estaba custodiado por la Policía.
Aún había vidrios en la calle.
Los hijos de Francisco ruegan para que su padre se mejore pronto. El domingo cumplirá 63 años. Foto: ROBERTO BARRIOS
Ariel es un héroe, perteneció al SPI y había tomado capacitaciones en rescate.
La ventana
El estallido fue en el piso 21.
El edificio estaba custodiado por la Policía.
Aún había vidrios en la calle.
Los hijos de Francisco ruegan para que su padre se mejore pronto. El domingo cumplirá 63 años. Foto: ROBERTO BARRIOS
Ariel es un héroe, perteneció al SPI y había tomado capacitaciones en rescate.
La ventana
El estallido fue en el piso 21.
El edificio estaba custodiado por la Policía.
Aún había vidrios en la calle.
Los hijos de Francisco ruegan para que su padre se mejore pronto. El domingo cumplirá 63 años. Foto: ROBERTO BARRIOS
Ariel es un héroe, perteneció al SPI y había tomado capacitaciones en rescate.
La ventana
El estallido fue en el piso 21.
El edificio estaba custodiado por la Policía.
Aún había vidrios en la calle.
En ese hecho resultaron gravemente heridos con quemaduras de primer y segundo grado Francisco Salazar, de 62 años y David Bonilla, de 38 años. Mientras que, Eugenia Álvarez, propietaria del apartamento resultó con golpes y Mónica Bonilla, de ocho años, con una cortada en una de sus piernas.
Ariel cruzó la vía y al llegar, la adrenalina corrió por su cuerpo y empezó a subir junto a personal de los bomberos al edificio. A medida que subía las escaleras pensaba cómo encontraría a esas personas, quizás mutiladas o muertas, pero se armó de valor e iba alumbrado con un celular. Ya en el piso 17 sus acompañantes se fueron quedando del cansancio y él subió solo, pues los gritos de la señora eran espantosos.
Al llegar al piso 21, el olor a gas era fuerte y pensó en irse, pero no podía dejar a esas personas ahí. “Dios, Tú que me diste valor házme seguir”, dijo Ariel.
Al llegar, rápidamente tomó a Eugenia de la mano y a Francisco “le dije: tenemos que evacuar y Francisco contestaba mis herramientas, hasta que le dije que primero era su vida”. Ariel empujó a ambas personas y al estar en el piso 20, fue cuando Francisco recordó a su compañero David, quien había quedado debajo de una puerta. “Me dolió dejar a ese joven, pero no podía con tres”, aseguró.
Ariel les informó a los bomberos que subían que había otra persona arriba en el apartamento. De bajada, el hombre les daba aliento a los dos heridos para que caminaran. En una de esas, Eugenia quiso quedarse, pero siguió. Ya abajo, fueron atendidos por personal médico, pero Eugenia le suplicaba a Ariel que no la soltara.
Ahora, todos esos recuerdos pasan por la mente del rescatista quien desea que los dos heridos con quemaduras se recuperen y que Dios los haga salir de eso. De igual forma para la señora, quien lo llamó y le agradeció su valiente acción.
Heridos
Ayer, familiares de los afectados no se movían de la Unidad de Quemados del Hospital Santo Tomás (HST) donde permanecen recluidos. Jesús Salazar, hijo de Francisco Salazar, manifestó que su padre tiene 30 años haciendo ese tipo de trabajo y no sabe qué ocurrió. Francisco es padre de tres hijos quienes están pendientes de su estado.
Hasta al mediodía de ayer, Jesús no pudo ver a su padre. “A través de las redes sociales me enteré de la situación, pues vi las fotos y dije: ese es mi viejo”, aseguró.
Estado de salud
Néstor Vega, jefe de la Sala de Urgencias HST expresó que ambos pacientes están sedados con ventilador mecánico, ya que tienen el 30% de quemaduras en el cuerpo, cara y tórax . “Hay daños en la vía respiratoria y se hacen otras evaluaciones para seguir otros pasos”, dijo el doctor.
Malos manejos
El mayor Carlos Rodríguez, director Nacional de Seguridad Prevención e Investigación de Incendios del Cuerpo de Bomberos, explicó que la mayoría de estos accidentes se dan por falta de atención en el trabajo de las personas que están haciendo las instalaciones. Otro factor a destacar es que personas que no son idóneas están realizando las instalaciones de gas o los equipos son defectuosos.
Recomendó contratar personal idóneo, utilizar materiales de calidad, porque una mala instalación puede ser muy peligrosa.
Explicó que se hacen las inspecciones a los edificios y se hacen las certificaciones, pero en la mayoría de los accidentes que se han registrado se ha comprobado que hubo errores humanos.
Destacó que antes de entregar un idoneidad para instalador de hornos se exige un certificado de plomería, notas de empresas que indiquen que tienes experiencia trabajando con gas y se pone una prueba escrita. Superados estos requisitos se expide un carné que habilita a las personas como instalador de gas, dijo Rodríguez.