Xavier Abdul Serva , quien debuta en los campeonatos juveniles, es utilizado como lanzador relevo.
Foto: Anayansi Gamez
Xavier Abdul Serva , quien debuta en los campeonatos juveniles, es utilizado como lanzador relevo.
Foto: Anayansi Gamez
Xavier Abdul Serva , quien debuta en los campeonatos juveniles, es utilizado como lanzador relevo.
Foto: Anayansi Gamez
Serva considera que es buen fildeador.
Foto: Anayansi Gamez
Serva tiene como arma letal el lanzamiento en recta Foto: Anayansi Gámez
Xavier Abdul Serva , quien debuta en los campeonatos juveniles, es utilizado como lanzador relevo.
Foto: Anayansi Gamez
Serva considera que es buen fildeador.
Foto: Anayansi Gamez
Serva tiene como arma letal el lanzamiento en recta Foto: Anayansi Gámez
Xavier Abdul Serva , quien debuta en los campeonatos juveniles, es utilizado como lanzador relevo.
Foto: Anayansi Gamez
Serva considera que es buen fildeador.
Foto: Anayansi Gamez
Serva tiene como arma letal el lanzamiento en recta Foto: Anayansi Gámez
Xavier Abdul Serva , quien debuta en los campeonatos juveniles, es utilizado como lanzador relevo.
Foto: Anayansi Gamez
Serva considera que es buen fildeador.
Foto: Anayansi Gamez
Serva tiene como arma letal el lanzamiento en recta Foto: Anayansi Gámez
Tener que viajar todos los días en bus, por espacio de una hora, para llegar al campo de béisbol, nunca fue impedimento para dejar su pasión y cumplir el tan anhelado sueño de muchos peloteros de vestir la camisa de su provincia.
Su amor por el béisbol inicia a los 10 años, en su natal provincia de Los Santos y fue el “potro indomable” donde Xavier Abdul Serva encontró lugar para explotar su talento, que hoy día lo lleva a formar parte del “roster” del equipo juvenil santeño que participa en el XLIV Campeonato Nacional de Béisbol Juvenil, Copa Caja de Ahorros 2013.
Serva, quien es nativo de los Olivos de Los Santos, expresó a DIAaDIA que jugar con el equipo juvenil santeño ha sido una bonita experiencia, pero reconoce que no hubiese sido posible sin el apoyo incondicional de su madre, Diovedys Cortez, quien ha sido su principal eje para llegar a sentir la emoción que meses atrás soñaba con alcanzar.
“A veces, cuando no tenía ganas de ir a los entrenamientos, era ella (su madre) quien me hablaba y me animaba a seguir jugando. Mi madre es mi motivación, todo se lo agradezco a ella y estoy aquí por ella”, dijo Serva.
“Rocambito”, como le apodan sus compañeros de equipo, es un joven que piensa en grande, y es que entre sus metas está el conquistar la Copa Caja de Ahorros 2013, en este su primer año en la categoría juvenil.
“En este año mis objetivos son claros, quiero dar lo mejor de mí para llevar al equipo a la ronda de cuatro y así poder meternos en la final y conquistar el título, para así llevarle alegría a la fanaticada santeña que tanto se lo merece”, precisó Serva, mientras golpeaba su guante con la pelota.
Su arma letal
Cada vez que se sube al montículo, por su mente no pasa otra cosa que sea el de pasarle el frío filo de la guillotina a los bateadores.
Para cumplir con este objetivo despiadado, Serva utiliza un potente lanzamiento en recta que marca por arriba de las 85 millas por hora.
“También tengo una buena curva y mi lanzamiento en cambio es muy dominante”, comentó Serva con una sonrisa dibujada en su rostro.
Admira a ‘El Rey’
El diestro santeño, como todo joven que incursiona en el béisbol, tiene su figura a seguir.
Para Serva, el grandes ligas venezolano Félix “El Rey” Hernández se ha convertido en su ídolo.
“Me gusta la manera como lanza Félix Hernández, porque es muy dominante y ponchador como yo”, agregó el santeño en tono sarcástico.
El tirador santeño, quien lleva el número 04 en su espalda, en honor a la fecha de nacimiento de su hermana, Nicole Serva, comentó que por ahora solo piensa en jugar por la camiseta de Los Santos, pero dentro de sus planes a largo plazo está el de conseguir una firma con alguna organización de las Grandes Ligas.
“Por el momento juego por mi equipo de Los Santos y mi provincia, pero de darse la oportunidad para firmar, no la desperdiciaré”, concluyó.