Una joven le dice a su madre que todo le ha salido mal; No salió bien en el examen de matemáticas, su enamorado resolvió terminar con ella... y su mejor amiga se mudó a otra ciudad.
En horas de amargura, una madre sabe qué puede agradar a su hija... Le preparará un sabroso pastel. En aquel momento tan difícil abrazó a su hija y la llevó a la cocina, consiguiendo arrancar de su rostro una sonrisa.
Luego que la madre separó los utensilios e ingredientes que usaría, los colocó en la mesa y preguntó a su hija: "Querida, ¿quieres un pedazo de pastel?" -Claro madre, sabes que me encanta el pastel...", dijo la chica.
"Está bien", respondió la madre. " Bebe un poco de ese aceite de la cocina". Asustada, la hija respondió: "¿Cómo dices?"
"¿Qué tal si comes un huevo crudo?", volvió a preguntar. "Jamás, madre", respondió la muchacha con cara de asco.
La Madre le respondió: "Es verdad, todas esas cosas están crudas, sosas, mas cuando las colocamos juntas, en su justa medida... ...Ellas hacen un delicioso pastel".
Dios trabaja de forma similar. La gente se pregunta, ¿por qué Él permite que pasemos por momentos difíciles? Preguntan eso porque no saben que cuando él permite que todas esas cosas entren en el orden perfecto, siempre obran bien. No necesitas conformarte con ingredientes crudos. Deja TODO en sus manos... y se tornará en algo fantástico. Algún hermoso y muy rico pastel se hará para ti. ¡Debes tener fe!
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