El Hijo de mi corazón
Una adopción ha sido decretada este 2008, mientras que el año pasado se dieron 42 y en el 2006 fueron decretadas 59.

Milagros Murillo F. | DIAaDIA

Isabel y su esposo tenían pocos meses de casados, cuando en una visita a un hospital de la localidad conocieron a quien se convirtió en su primer hijo. Los padres del pequeño eran de escasos recursos y como él estaba enfermo no podían cuidarlo, por lo que fue adoptado por la joven pareja.

“Mi hijo llegó a mi vida de una manera diferente, desde el primer momento que conocimos a ese lindo bebé de ocho meses, bien chispita, la familia se involucró en su cuidado, dijo la señora Isabel, quien prefirió guardar su verdadera identidad. Todo lo anterior dio como resultado que en un inicio los nombraran como hogar sustituto. Nunca ha permitido que las personas tengan preferencia por uno de sus dos hijos. Sólo su primogénito es adoptado.

La historia de esta madre es un ejemplo del proceso de adopción a que se sometan muchas parejas, aunque la diferencia está en que su niño estaba enfermo.

INICIO DEL PROCESO

Anna Karina Salerno, coordinadora de la Dirección Nacional de Adopciones del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), único ente para adopciones nacionales e internacionales, dijo que son tres las oportunidades que tienen las madres para arrepentirse de dar al niño en adopción. Como segunda opción se busca a los familiares del infante para que si se quieren encargar de su crianza. “La adopción es lo último, lo primero que hay que hacer es tratar que se incorpore a su familia biológica, aunque no sea su madre. Si no tiene esa opción el niño pasa al proceso de adopción, donde la madre firma un documento donde se elimina su patria potestad sobre él”.

En una ocasión se presentó el padre del pequeño y les comunicó a Isabel y su esposo, que la distancia y la falta de dinero le hacia imposible estar con él y brindarles los cuidados y atención que él requería, por lo cual se hicieron los arreglos para cederles la custodia.

COMBATIENDO LAS ADVERSIDADES

Isabel contó que el bebé presentaba malformaciones internas severas en su organismo, por lo cual tuvo que ser operado en cinco ocasiones, tres de ellas estuvieron con él.

“El niño llegó a mi casa a la edad de un año y siete meses, tuvimos que esperar dos años para ver si sus papás lo reclamaban para poder entonces iniciar los papeles de la adopción, mientras nuestras vidas giraba alrededor de médicos y hospitales ya que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente en tres ocasiones más y donde estuvo en peligro de muerte”, explicó .

A los tres años de edad iniciaron los trámites de adopción: “Requerimos de un abogado, nos hicieron evaluaciones sicológicas y psiquiátricas, evaluaciones económicas (somos pobres pero trabajábamos), visitas de la trabajadora social a nuestra casa para saber si contábamos con el ambiente adecuado para el niño, cartas de trabajo, certificados de nacimientos y de matrimonio y otras cosas que ya no recuerdo”, dijo.

Y es que es todo un proceso por el que los futuros padres tienen que pasar para poder llevarse al niño a casa.

REQUISITOS:

El Código de la Familia artículo 297-A dice que las personas solteras, casadas o unidas por más de cinco años comprobadas que puedan suplir las necesidades básicas del niño o niña, son quienes pueden aplicar.

En Panamá, la mayoría son parejas y personas solteras suelen ser extranjeras.

Con el nuevo anteproyecto de Ley de Protección Integral de la Niñez, cuya comisión fue creada en mayo del 2005, se quitaron las evaluaciones psicológicas y sociales privadas que les salía muy caro (de B/.500 a B/.800) a los solicitantes, sino que se hacen por el equipo técnico de la institución que está capacitado para ello.

PROCESO

Al llegar, al MIDES, el solicitante es evaluado por el equipo técnico, de allí pasa a lo que es la espera de asignación que dura entre un año y uno y medio para nacionales y los extranjeros hasta más de dos años, con la nueva ley, la espera puede ser menor, ya que cuenta con que los trámites se hagan a nivel administrativo y no judicial como antes, agilizando el proceso.

Salerno comentó que se ven las necesidades que tiene el niño, de allí ven qué solicitante puede suplir todas esas necesidades afectivas, sociales , psicológicas, para después buscarles varias opciones e ir descartando. “Se les explica desde lo que come hasta lo que le gusta jugar”, acotó.

Cuando la pareja o la persona se decide por uno, se programa el primer encuentro. Si es un niño grande se tiene un poco más de cuidado para que a ver si hay química entre ellos. La persona hace saber si acepta o no, de allí se programan más visitas y si son niños chiquitos es más fácil. Todo este proceso denominado de “emparentamiento” va acompañado del equipo técnico y depende del niño y sus necesidades. Poco a poco se van conociendo e identificando hasta que termine el proceso y salga la sentencia para que finalmente se van a vivir juntos.

Sin embargo, el niño y su nueva familia entran en un nuevo proceso que es el de seguimiento en donde las psicólogas y trabajadoras sociales visitan para ver cómo está el niño niña.

¿CUANDO LE DIGO?

La adopción es un proceso muy delicado y el explicarles su situación a los niños, mucho más. Tanto en el anteproyecto como la ley actual del Código de la Familia establecen que el niño tiene derecho a conocer sus orígenes.

Aleyda Herazo y Laura Guerra trabajan como psicólogas en la dirección de Adopciones del MIDES explicaron que se recomienda que se le haga saber al niño sobre su condición entre los cuatro y ocho años, ya que desde esa edad los niños tienen una base para comprender la situación. Todo esto se tiene que dar de forma natural y progresiva.

Se recomienda el apoyo de un personal de salud mental por si el niño o niña tiene una reacción negativa. Porque “es muy triste que el niño descubra esto por otra persona, eso es realmente lo que le afecta”, afirmaron.

Pero los padres no tienen que temer, pues para ello son instruidos por medio de talleres que brinda a entidad en los que durante tres días en jornada de ocho horas diarias se les guía sobre lo referente al proceso en el que no sólo se deben involucrar los padres, sino, la familia en general, incluyendo abuelos, tíos, etc.

”Mi hijo era atendido por ocho especialistas, incluyendo salud mental quien nos orientaba sobre la edad (de 4 a 8 años) en que el niño debe conocer su status. Faltando pocos días para su quinto cumpleaños nos dieron su papel de nacimiento, justo antes de entrar al kinder. A los ocho años se le dio a conocer la noticia, le dije que sus papás eran personas muy buenas que nos habían brindado la oportunidad de cuidarlo por su enfermedad, porque ellos no tenían muchos recursos. Él recibió la noticia un poco triste, de pronto por no entender muchas cosas, pero a quien no le gustó fue a su hermano menor, ya que me decía: ¿por qué mi hermano no es mi hermano? y yo le decía: tu hermano siempre va a ser tu hermano”.

TENDENCIA

Los niños para adopciones están en todo el país en instituciones de protección que pueden ser ONG subsidiadas por el MIDES o casas hogares.

Los panameños tienden a adoptar niños pequeños y que se parezcan a ellos, generalmente hasta tres años, en cambio los extranjeros tienen un rango de edad de entre los cuatro y diez años. Agregando que cada año hay más solicitantes para adoptar.

NO ADOPCIONES DE HOMOSEXUALES

La opción de que personas homosexuales adopten siguen siendo imposibles, ésta contempla es el derecho del niño sobre los solicitantes. Bajo constitución tampoco puede ser.

COSTOS

En el MIDES, el adoptar es gratis, lo que hay que pagar es el abogado que suele ser de mil dólares en adelante, tarifa establecida por el Colegio Nacional de Abogados.

AñOS DESPUES

Hoy, gracias a Dios, mi hijo cuenta con veinte años y nuestro amor ha ido creciendo con los años, no sólo de parte mía y su hermano, si no del resto de la familia que nunca han hecho diferencia entre los dos. Agregando que “ojalá algún día tengamos la oportunidad de volver a ver a su padres y devolverle de la alegría que hemos vivido”, concluyó la entrevistada.

LOS SOLICITANTES:

Las personas que adoptan generalmente son quienes no pueden tener niños, los que tienen pero desean aumentar su familia, o que están solteras y por cuestiones de edad desean un hijo, éstos en su mayoría son los extranjeros porque suelen casarse o tener niños más tarde.

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