El esfuerzo sí paga. Su carisma, buen trato y amabilidad la han llevado a ser una de las vendedoras más queridas de calle 42 Bella Vista.

Y es que Elizabeth labora de sol a sol en su panel de las delicias que tiene una variedad de productos a precios módicos como lo son sus tan vendidas arepas, hojaldres, emparedados, y qué decir de sus refrigerios que son el deleite de los clientes.

ORGANIZACION

Aunque ustedes no lo crean, con este negocio Elizabeth mantiene a su hija de seis años, quien asegura es su fuente de inspiración, también le paga la universidad a su hermano Jesús que la ayuda en el negocio y además le manda dinero a su madre en Perú, ¿cómo le hace? Según esta mujer, todo es cuestión de organizarse y poner en orden las cosas que son de mayor prioridad. Así como organiza su dinero también lo hace con su tiempo, ya que esta mujer se levanta todos los días a las 2:30 a.m. para preparar las hamburguesas, chichas etc, para luego llegar a su puesto a las 5:00 a.m. y empezar a vender, se retira a las 3:30 p.m. y al regresar a casa le dedica tiempo a su niña y se dispone a preparar el alimento para el día siguiente, y finalmente se duerme a eso de las 8:30 p.m.

NO FUE FACIL

Elizabeth, de nacionalidad peruana, afirma que su llegada a este país no fue fácil, pues tuvo que pasar por muchos obstáculos, ya que trabajaba limpiando en casa de familia y afirma que era explotada por sus jefes, posterior a esto vendía chichas y hot dog en bicicleta y nos comentó que en una ocasión fue atropellada por un vehículo, pero afortunadamente salió ilesa del accidente.

Años más tarde logró ahorrar lo suficiente para comprarse un panel que le permitiera transportarse mejor y poder vender más productos.

A pesar de tantos problemas que tuvo, se siente agradecida con Dios, por todo lo que le ha dado y le pide a que le siga dando salud para seguir trabajando.

ANHELO

A pesar de que el negocio le genera buenos ingresos, Elizabeth sueña con brindarle un hogar digno a su hija.