
Un negocio del que depende toda la comunidad.
FOTOS: HERMES GONZÿLEZ
Un negocio del que depende toda la comunidad.
FOTOS: HERMES GONZÿLEZ
Luis Damián es un joven de 25 años que no llegó a estudiar en la universidad, pero se gana el pan de cada día pescando, para ello sale a eso de las 6:00 a.m., antes revisa si el combustible es suficiente para llegar a su destino, prepara las redes y espera las horas en las que se puede pescar.
En las aguas de esta parte de Colón abunda el pargo rojo, la sierra, y el pulpo, mientras que los camarones y otros mariscos son difíciles de pescar.
Enero ha sido una temporada poco productiva para ellos, porque en vez de ganancias, lo que les trajo fue pérdidas en combustible. En Palmira, los niños aprenden a nadar desde los tres años; y a pescar, desde los diez.
Compradores
Algunos llevan sus productos en sus lanchas hasta Santa Isabel para venderlos a los comerciantes, por día se pueden estar ganando de $15.00 a $25.00 en días buenos, en las temporadas malas, en ocasiones, hasta $10.00.
Para una familia entera, esto no representa mayor ingreso, pero a pesar de eso, pasan sus días entre agua salada y lo poco que puedan recoger con su oficio.