En medio de un ambiente de conmoción, los habitantes de la ciudad brasileña de Santa María comenzaron a sepultar hoy a los jóvenes víctimas del incendio de la discoteca Kiss, que en la madrugada del domingo dejó 231 muertos y al menos 112 heridos.
Al Cementerio Municipal y al de Santa Rita comenzaron a llegar en la mañana de hoy familiares, amigos y compañeros de estudio de los jóvenes fallecidos para darles el adiós definitivo.