Fue un juego aguerrido, pero esta vez con cero broncas.
Los Detroit Pistons ganaron a los Indiana Pacers 88-76, en la revancha entre los dos equipos que protagonizaron la bronca más fea de la NBA.
La bronca de hace unos meses dio lugar a que se le presentaran cargos legales a varios jugadores y provocó también un récord de suspensiones en la Liga, incluyendo la del astro de los Pacers, Ron Artest, sancionado por lo que queda de campaña.
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