Nutrición

Adolescentes y dietas


Zulay Espinosa V. / [email protected] -

La adolescencia es una etapa compleja desde el punto de vista biológico, psicológico y social. El plan de intervención dietético a esas edades debe conseguir captar la atención y el compromiso del adolescente y del entorno familiar y social para lograr un ambiente favorable para que él y su familia puedan seguir una dieta y un estilo de vida saludables, que le permita alcanzar el peso adecuado para su talla y una composición corporal y distribución de grasa ajustada a su edad y características biológicas, indica la Dra. Maritza Landaeta Jiménez, doctora venezolana y máster en planificación alimentaria nutricional.

Una dieta sin la debida supervisión, puede alterar el crecimiento y desarrollo del adolescente, es causa de amenorrea en las niñas y de alteraciones psicosociales.

La práctica de dietas espontáneas o por influencia de sus pares, puede causar desequilibrios hormonales y alteraciones del metabolismo que, algunas veces, se traduce en pérdidas de peso seguidas de recuperación a veces mayor a la pérdida de peso.

Se ha señalado que se incrementa el riesgo de padecer trastornos de la conducta alimentaria como anorexia y bulimia y depresión. Con base en este punto es indispensable tener en cuenta que no hay alimentos buenos o malos, solo dietas mal balanceadas. Por ejemplo, con el azúcar. De acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, la principal función de los carbohidratos como el azúcar, es suministrarle energía al cuerpo, especialmente al cerebro y al sistema nervioso. Por esa razón es indispensable que el cuerpo cuente con las dosis adecuadas de todos los nutrientes para su correcto funcionamiento. Lo indispensable es un sano equilibrio e incluir actividad física diaria.

Nutrientes necesarios

Los indicados para dar seguimiento a dietas en la adolescencia son el Pediatra, el especialista en adolescentes en conjunto con el nutricionista, el psicólogo y entrenador deportivo.

En el adolescente con sobrepeso, el reto es lograr llevarlo a un peso adecuado para la talla, preservando el aporte de nutrientes necesario para no interferir en el crecimiento.

Debe desayunar en casa todos los días con alimentos de los tres grupos básicos.

Elegir o preferir productos lácteos bajos en grasas.

Conocer el tamaño de la ración de carnes, pescados, cereales, grasas, vegetales y frutas.

Hacer tres comidas principales y dos meriendas.

No adicionar sal ni azúcar a las comidas servidas.

Consumir 5 raciones de vegetales y frutas.

Tomar agua natural en abundancia.

Limitar el consumo de snack dulces y salados.

Evitar bebidas alcohólicas.

Las bebidas azucaradas son un medio de hidratación con el que contamos. Su consumo no deriva en obesidad. Según la Asociación Americana del Corazón, la obesidad es una condición metabólica compleja, multifactorial y el azúcar por sí solo no puede causarla.

Hay que procurar que algunas de las comidas se hagan en familia para que se aproveche reforzar la educación nutricional en su grupo familiar.

El adolescente debería practicar 30-60 minutos diarios de actividad física, 5 días a la semana.

Se debe estimular la actividad física habitual en los miembros de la familia y así educará al adolescente con el ejemplo.