
Ana tiene quince años acaba de salir de vacaciones tiene tres días sin hablarle a sus padres, porque quería ir a la fiesta de quinceaños de una amiga en la playa y le negaron el permiso. Ana gritó, tiró puertas y dijo a todo pulmón "ya no soy una niña". Los padres, tristes ante la reacción de la chica, deciden darle el permiso.
Es una técnica de manipulación y los padres deben estar claros que en esta etapa los jóvenes pasan por diversos cambios hormonales y sobre todo de emociones, deben ser comprensivos y recordar que "quien grita más, no siempre tiene la razón".
Con gritos solo conseguirá más gritos. Si su hijo levanta el tono de voz, no haga lo mismo, recuerde que usted es el adulto que educa y modelo primario a seguir. Hable en un tono de voz bajo y de seguro la comunicación será mas satisfactoria.
No diga "no" a todo: Hay muchos peligros, pero si ha trabajado valores y educación en sus hijos desde pequeños, confíe un poco más en ellos ahora.
Deje el miedo a un lado. Ambos padres deben conversar y tomar la mejor decisión, si están separados hablen por teléfono, eviten decir "yo no sé de eso, dile a tu papá” o “habla con tu mamá", pues el chico puede empezar a manipular o a "jugar con los padres".
Conversen de forma sensata
Es de suma importancia que los padres aprendan a comunicarse con sus hijos:
Aprendan a escucharlos, tenga un poco de paciencia y esperen a que terminen de hablar.
Piénselo! antes de tomar una decisión. No actúe impulsivamente.
Tenga seguridad en su palabra.