Efecto de la televisión en los niños


Mgtr. Ramiro Campos - Fonoaudiólogo / CIAES UDELAS Teléfono: 501-1070 -

Los niños pasan mucho tiempo delante de la pantalla, lo que repercute en su comportamiento, ya que les ayuda a normalizar e incluso valorar positivamente diversas conductas, como la violencia, pero está en manos de los padres evitar que esto ocurra.

El exceso de estimulación visual que llevan los programas infantiles, caracterizados por movimientos rápidos y multitud de colores, puede provocar que las destrezas de procesamiento auditivo se queden atrás. Y no debemos olvidar lo importante que son estas destrezas para el desarrollo de una buena discriminación auditiva o un óptimo desarrollo de lenguaje.

Está claro que para desarrollar el lenguaje se necesita alguien que quiera decir algo (un emisor) y alguien que lo reciba (un receptor), que vayan intercambiándose los roles en el acto comunicativo; es una actividad dinámica.

Si el niño se encuentra mirando la televisión sin nadie con quien compartir las experiencias que él conoce a diario, la actividad es pasiva: el niño recibe el mensaje de la televisión pero la televisión no necesita recibir ningún mensaje oral del niño, por lo que este no habla.

Repercusión

Debido a un alargado tiempo de exposición frente a la televisión, se limita la actividad psicomotora.

Esto repercute en que el sistema sensorial carece de una información necesaria para un desarrollo sensorial óptimo que ayudaría a mejorar la atención. Recordemos que aprendemos por los sentidos.

Investigación

Se han realizado diversas investigaciones en relación al tema, una de ellas se trata de una comparación entre dos grupos de niños, uno de los cuales fue sometido a contemplar programas violentos.

Se observó que ante situaciones de conflicto este grupo no intervenía, mostrando indiferencia ante lo que ocurría. Por el contrario, los que no habían estado expuestos a ese tipo de programas sí se sensibilizaban.

Se llegó a la conclusión que los niños acostumbrados a ver programas violentos durante una gran cantidad de horas muestran menos índices corporales de alteración emocional frente a aquellos que permanecen menos horas.