Tristes recuerdos del pasado


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Un testimonio de vida que ha dejado huellas en el mundo. Segal escribió su propio libro.

FOTOS: HERMES GONZALEZ

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  • Tristes recuerdos del pasado

    Su esposa Rita ha sido su gran apoyo.

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Yanelis Domínguez - DIAaDIA

Con tan solo cuatro años, Jaime Segal, quien nació en Rumania en 1935, se enfrentó a la prueba más dura de su vida, cuando fue enviado a los guetos en Ucrania, pues el gobierno de Adolfo Hitler, en aquellos años, había ordenado el exterminio de la descendencia judía.

A su familia le tocó vivir en un gueto (especie de barrio), pero no por eso dejaba de ser más terrible que los campos de concentración, donde las personas eran asesinadas de forma inmediata, pues allí muchos murieron de hambre o enfermedades.

Según Segal, unos ocho familiares perdieron la vida en esta época, algunos fueron asesinados en las calles o en sus propias casas, su padres y él fueron obligados a hacinarse en una casa pequeña, donde vivían hasta cinco familias, allí vio morir a más personas.

Él se quedaba custodiando las pertenencias de su familia con la esperanza de que sus padres llegaran con algo de comer o con la incertidumbre que no regresaran o fallecieran en el camino.

Todos estaban desnutridos, pues no había suficiente comida y vivían en situación infrahumana, aseveró Segal. Mientras que en los campos de concentración los acaban enseguida, allí en el gueto, el exterminio era lento, mientras que las personas con discapacidad y ancianos eran desechados.

Fueron casi cuatro años los que Segal y su familia vivieron en el llamado holocausto, donde soportaron un trauma psicológico que por fortuna hoy ha superado, pues luego que se acabó este régimen, sus padres recibieron ayuda de algunos familiares para salir adelante. Segal se convirtió en médico ejemplar y ofreció sus servicios en Venezuela, país donde emigró. Hace dos años vive en Panamá y a sus 78 años enseña a estudiantes a conocer más sobre este holocausto que cobró la vida de seis millones de judíos y que aún es recordado por muchos como una tragedia mundial.

 
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