María Adelina Vásquez tiene tres meses para encontrar otro sitio para vivir junto a sus ocho hijos y esposo, antes de que el Municipio de La Chorrera ejecute por solicitud de la Empresa de Transmisión Eléctrica, S.A. (ETESA), el desalojo de las tierras que ocupan.
Adelina y su esposo aseguraron que nunca pensaron que construir su casa cerca de las torres y líneas de transmisión eléctrica implicara un problema, sino por el contrario, una solución a su necesidad de contar con un pedazo de tierra y techo.
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