La costumbre de comerse las uñas es conocida como onicofagia. Muchas personas lo hacen desde que son niños, a pesar de que saben las consecuencias que esto trae. Comerse las uñas es considerado una autoagresión producto de la ansiedad, estrés y depresiones, por lo que no se cura con castigos físicos. Así como lee, para evitarlo tiene que recurrir a una terapia psicológica y le servirá de mucho.
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