Murió defendiendo su casa
Los vecinos estaban consternados por el hecho de sangre. (Foto: Alexander Santamaría / EPASA)

Rubén Polanco | DIAaDIA

Pagó con su vida por defender lo que era suyo. El chiricano Evaristo Mendoza Ibarra, de 58 años, acudió en la mañana de ayer a su casa, que estaba vendiendo, y se encontró con un inquilino conocido que, en cuestión de segundos, se convirtió en su victimario.

Evaristo tenía más de un año de no habitar la casa, ubicada en el sector de La Felicidad, en la 3ª etapa de Mano de Piedra. Iba cada 15 días a darse la vuelta, porque quería venderla.

Cuando llegó ayer, se encontró con Carlos Antonio Alzamora Berguido, apodado "Pillito", de 34 años, quien estaba como "dueño de casa" dentro de la vivienda.

Al parecer, Evaristo había tenido inconvenientes con Pillito por la misma situación, por lo que ayer se molestó y ambos se enfrascaron a pelear.

El intercambio de golpes fue intenso, se dieron del bueno. Pero Pillito, por ser más joven y ágil a la vez, tuvo cierta ventaja sobre el señor, tomó un pedazo de bloque y golpeó a Evaristo en diferentes partes del cuerpo, entre ellas la cabeza. El chiricano murió allí mismo fuera de su casa.

Alzamora Berguido fue capturado minutos más tarde por la Policía de San Miguelito, en los predios del sector.

SE QUEJAN DEL 104

Una mujer, vecina de Evaristo, explicó que cuando llegó a su casa, ya había pasado todo y llamó al 104, pero cuando le contestaban en Ancón le cerraban de inmediato.

"Varias veces llamé, me cerraban y me puse histérica. Le dije que lo estaba grabando y allí fue que la muchacha lo pasó a Santa Marta", dijo.

Luego de eso, le dio la dirección a un sargento y 5 minutos después, llegó la Policía. "Nosotros teníamos una hora de estar llamando hasta que nos pasaron a Santa Marta", afirmó.

ERA UN SEñOR TRANQUILO

Según la mujer, el señor Evaristo tenía más de 3 años de tener esa casa, vivía con una señora y cuando se dejaron, decidieron ponerla en venta.

"Nunca tuvo problemas con nadie, era un señor que venía cada 15 días. Cada vez que pasaba, saludaba a la gente y seguía para su casa", dijo.

NO LE ROBO

Evaristo tenía en sus bolsillos la suma de 166 dólares en efectivo.

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