Panamá amaneció ayer con una sorpresiva noticia. Ante la cara de incredibilidad de muchos, Melitón Sánchez renunciaba al cargo de presidente del Comité Olímpico de Panamá (COP).
No se trataba de una broma producto del Día de los Inocentes. Algunos de los presentes, en dicha asamblea, quedaron atónitos.
No podían creer lo que estaban escuchando: "Creo que ya es tiempo de marcharme, porque cuando una persona estorba a muchos, es mejor que se haga a un lado", sentenció Sánchez.
Hubo presidentes de federaciones y comisiones deportivas que le pidieron a Sánchez que no se fuera, que reconsiderara su decisión, pero ya no había vuelta atrás.
Quien guió los destinos del olimpismo local durante 25 años, aseguró que su abdicación es irrevocable y voluntaria, por lo que no obedece a ningún tipo de presión por parte del Gobierno Nacional ni del multimillonario mexicano Mario Vásquez Raña, presidente de la Organización Deportiva Panamericana (ORDECA), designado por el Comité Olímpico Internacional (COI) para atender el problema istmeño.
SEGUIRA CON LAS DEMANDAS
Sin embargo, al enterarse de la dimisión de su rival, el jerarca del COP, avalado por el Estado, Miguel Vanegas, resaltó que no retirará las demandas que ha presentado contra Sánchez en los tribunales.
"Al contrario -añadió-la reunión a la que convocó Melitón el lunes es ilegal, por lo que si el que lo reemplazó (Roger Moscote) sigue usurpando el cargo, tendré que tomar medidas contra él".
TESTIGO
La inesperada elección contó con la presencia de Felipe Muñoz Kapamas, secretario de ODEPA.
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