Le escribo porque realmente no sé como tratar una situación y su opinión será valiosa para mí.
Resulta que mi suegro tiene un serio problema con la bebida, y ni mi marido ni el resto de su familia le pone cuidado a eso. El fue un hombre que tuvo un trabajo importante y gracias a eso tiene una excelente jubilación, obtuvo propiedades, sus hijos son todos profesionales, también viven en una buena barriada, en fin, les va bien.
Su problema de tragos antes era de fines de semana, ahora bebe todos los días, se baja una botella de lo que sea, en vez de agua toma cervezas. Trata a su mujer como empleada, al igual que a sus hijas, quienes solo sueltan una sonrisita como disculpando todo.
El único que se ha pronunciado al respecto es el otro hermano de mi esposo, y casi se lo comen vivo. Es porque ellos viven las apariencias, y no aceptan que existe un problema serio. Yo me angustié mucho porque en ese estado la vez pasada agarró el carro y tuvo un feo choque y dentro del vehículo iba uno de mis hijos. Para colmo justificaron lo que pasó.
ESTIMADA AMIGA:
De verdad que vives una situación de lo más incómoda, porque involucra a toda tu familia política. Como tu familia directa es tu esposo y tus hijos, ¿has intentado hablar este tema con tu marido a solas?
A tu suegro, quien en un inicio fue un bebedor social, se le ha salido el vicio de las manos, y es necesario que hagan algo por él.
Explícale que te sientes angustiada por lo del accidente y que temes que en un futuro suceda una desgracia.
Tu suegro no puede solo con ese mal porque lo suyo es una adicción, así que es bueno que tu esposo y toda la familia hablen con él, la ventaja es que ya hay quienes reconocen el problema como lo es su hermano, así que parte del terreno está ganado. Esto es un acto de amor, así que no te recomiendo que hables pronto, el tapar el sol con un dedo nunca es bueno.