Aquellos eran rostros de felicidad... rostros de niños que veían cómo su sueño de conocer personalmente a un grandes ligas se hacía realidad.
Esos eran los niños de la Escuela de Béisbol del área de Betania, que jugaban ayer muy alegres en el estadio William R. Cook, cuando en un abrir y cerrar de ojos, una visita inesperada llegó a interrumpir la práctica. Era nada menos y nada más que Bruce Chen, el lanzador izquierdo de los Orioles de Baltimore, que apareció acompañado del prospecto de los Reales de Kansas City, Dámaso Espino.
"Me siento muy feliz de estar aquí, porque fue en este cuadro de Betania donde jugué la categoría intermedia", expresó Chen, mientras firmaba uno de los aproximadamente cincuenta autógrafos que regaló.
De repente, apareció ese rayo de luz... ese momento dorado de dar un pequeño consejo a los hombres del mañana.
"Los niños deben tener muy en cuenta que antes de practicar el béisbol o cualquier deporte, hay que estudiar y ser responsable. Luego hay que ser disciplinado para entrenar y, por último, que nunca se den por vencidos", expresó Chen.
MOMENTO SAGRADO
"Recuerdo que cuando yo lanzaba aquí en Betania, no había lomita. También recuerdo mi primer batazo de doble".
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