Aunque el sol es beneficioso para nuestro vivir, hay factores negativos que si no prevenimos en un futuro, nos pueden hacer daño, como es la alergia solar.

¿QUE ES LA ALERGIA SOLAR?

La alergia solar es una afección relativamente frecuente, que causa importantes trastornos a los afectados. Suelen tenerla personas de piel muy blanca y sensible, y pelirrojas. La causa puede ser tanto la exposición a la luz solar, como a las lámparas de rayos UVA.

¿COMO PUEDE SABER SI TIENE ESTA ALERGIA?

Bueno, la alergia solar comprende un grupo de señales, como la urticaria solar (granos) y la erupción polimorfa lumínica (por el momento de causa desconocida). También está la dermatitis fotoalérgica (resequedad de la piel), inducida por sustancias químicas externas (perfumes y filtros solares).

Los síntomas y signos más característicos de las reacciones alérgicas al sol son: el eritema o enrojecimiento, erupción de granitos, vesículas o, incluso, ampollas y un prurito intenso.

Además, la aparición de granitos y escoceduras son la primera señal de que la piel está sufriendo una maceración por el calor y el sudor o, lo que es peor, el comienzo de una alergia.

¿CUANDO LA PIEL AVISA?

En el caso de la urticaria solar, aparecen una serie de ronchas sobre la piel y picor, inmediatamente después de la exposición al sol, que en los casos graves pueden ir acompañados de mareos, ahogo, cefalea y síncope.

¿COMO PREVENIRLAS?

Si esto sucede, hay que evitar la exposición al sol y al agua durante dos o tres días, acompañando la terapia con una crema con corticoides, que rebaje el enrojecimiento y mitigue el picor. Una vez que desaparecen los granos, puede volverse al sol, poniéndose antes una crema protectora especial antialérgica.

Existe un tratamiento preventivo a las alergias, que consiste en la exposición a los rayos UVA, unos dos o tres meses antes de la temporada de sol, y la toma de medicación prescrita por el médico.