Ibaldo no extraña la piel cobriza. (Foto: Hermes González / EPASA)
Viola Guevara Gallimore y Ricardo Archibold
| DIAaDIA
Entre español y dialecto logramos conversar con Ibaldo, un albino de la etnia Kuna que ha sido víctima de las miradas de personas que lo ven diferente, pero eso ya no le mortifica y no extraña la piel cobriza propia de su raza.
Mandú es su nombre indígena e Ibaldo Pérez en español. Vive en Loma Cová y viaja todos los días para visitar a sus amigos y clientes en la capital, ya que es curandero.
El joven de 38 años nació en Kuna Yala con esta condición genética y es el cuarto de seis hermanos y el primero en padecer de albinismo dentro de su familia.
Durante su niñez creció en su tierra natal y no fue hasta los 20 años cuando decidió tomar rumbo y venir a la ciudad.
Mientras conversábamos con él, detalladamente mirábamos su piel. Es tan blanca que salta a la vista, pero no tiene brillo ni resplandor.
La resequedad es la principal característica y sus cabellos son tan amarillos como el astro sol. A leguas pareciera una persona con piel resplandeciente, pero parece irónico ver una piel blanca y tan opaca.
Como todo indígena, creyente en su cultura, Ibaldo nunca fue de atenderse en un médico, pues utiliza la medicina alternativa. Hierbas, bálsamos y te son los "medicamentos" que lo han ayudado a curar todas las consecuencias de ser albino.
Relató que ha sufrido de úlceras, manchas y erupciones en la piel y que con sus recetas las han curado.
EL DOCTOR DE LOS ALBINOS
Ibaldo atiende a domicilio y utiliza sus hierbas para curar a los que están en su misma condición.
Como el sol es su peor enemigo, ellos se reúnen después de las 3:00 p.m., en la Avenida Central, donde conversa con sus clientes y planea la cita para hacer sus visitas para las curaciones.
Para Ibaldo su vida es completamente normal, ya que comentó que vive en un mundo aparte de los demás, que nunca se ha sentido mal con su condición y mediante iba creciendo lo aceptaba.
Pero reconoce que la vida de un albino no es fácil, porque son muchos los cuidados que debe tener.
ENFERMEDAD O CONDICION DE VIDA
Panamá tiene la tasa más alta de albinismo en el mundo y entre los kunas se estima que es de 1 en 100. Debido a esto, se convirtió en el foco de estudio de diversos científicos y en el 2000, un grupo de investigadores franceses, encabezados por Pascale Jambrun, hizo estudios para determinar las causas del problema y ofrecer tratamientos preventivos a los pacientes, de manera que pudieran tener un mejor cuidado de su piel.
En el Instituto Oncológico, de cada 10 pacientes que se atienden con cáncer de piel 1 es indígena albino.
¿QUE ES?
La dermatóloga Gioconda Gaudiano, quien atiende pacientes albinos, explicó que eso se debe a la ausencia o disminución de pigmento (melanina) en la piel, los ojos o el pelo. Se hereda y afecta a los humanos tanto como a los animales.
Existen varios tipos de albinismo, y debido a la diversidad genética de toda la población humana no todas las personas albinas manifiestan los mismos síntomas ni lo hacen con idéntica intensidad o relevancia.
SON VARIOS TIPOS
Hay dos tipos principales, denominados albinismo oculocutáneo y albinismo ocular. El primero afecta la disminución o ausencia de pigmento de la piel, el pelo y los ojos y el segundo, específicamente a los ojos. La doctora recalcó que el albinismo oculocutáneo es más frecuente que el ocular.
ALBINISMO, IGUAL A CANCER
Los albinos son los que más deben cuidarse del sol, puesto que son propensos al cáncer.
El doctor Juan Erasmo González, de la Clínica de la Piel del Instituto Oncológico Nacional, dijo que los albinos, a los 30 años, sufren de algún tipo de cáncer de piel. Esto se debe a la falta de melanina en la piel, que con la exposición de los rayos ultravioletas producen daños.
Narró que hay tres tipos de cánceres comunes en los albinos. El primero es el carcinoma células basales (afecta las células normales de la piel que pueden desarrollar cambios cancerígenos ), el escamoso (tumor más frecuentes en las personas expuestas al sol) y el más peligroso que es el melanoma (tumor generalmente cutáneo),
Explicó que el cáncer se presenta en cualquier parte del cuerpo, incluso en la planta del pie y las palmas de la mano.
SALUD PARA ELLOS
El 10% de la población panameña es indígena y, según el censo del 2000, en la población de Kuna Yala hay 37,031 habitantes; en la comarca Emberá, es de 17,264 y en la comarca Ngöbe Buglé, hay 139,509, pero una de las dificultades en estos pueblos es que como son una cultura tan cerrada, no permiten que otros invadan sus territorios ni por asistencia médica.
El Ministerio de Salud (MINSA) para el 2009 y 2010 organizó un plan para pueblos indígenas, que tiene como objetivo trabajar en conjunto con los líderes comarcales para realizar actividades de promoción de la salud y prevención de enfermedades.
Ya nueve médicos han sido nombrados en la Comarca Ngöbe Buglé, que trabajarán junto con los curanderos de la región para que los indígenas no sientan una invasión o irrespeto a su cultura.
Para los primeros meses del año habrán alrededor de 10 médicos generales en cada comarca los que promoverán jornadas educativas de salud junto a los líderes indígenas para toda la población.
Aunque no existen planes específico para indígenas albinos, este grupo de la población trabaja para crear una organización que los ayude.
INDIGENAS
El doctor Fernando Cebamanos, de la Asociación Nacional contra el Cáncer, manifestó que el albinismo se da en poblaciones que sólo se reproducen entre ellos.
Expresó que en la población indígena es más común por tener una cultura cerrada.