Tira y jala por salario

Los dejaron solos. Más de 30 buses vandalizados, cuatro conductores de metrobús detenidos, fue el saldo que dejó el paro convocado por Inocente Guerra y un grupo de operadores que exigen salario de $800.00.

Miguel Candanedo, gerente de la empresa Mi Bus, afirmó que se vandalizaron 35 buses, a los que les rompieron las ventanas a punta de pedradas. Por fortuna, no hubo pasajeros heridos, pues los ataques se dieron con ellos a bordo de los vehículos en el sector de Santa Librada.

Explicó que van a ser respetuosos, pero que están en espera del alcance del paro para tomar las medidas que se tengan que hacer ante las situaciones ilegales que se dieron ayer. Según Candanedo, los colaboradores fueron a trabajar, por eso 750 buses salieron a la calle desde muy temprano a brindar el servicio a los usuarios.

Seguirán en su lucha

En tanto, Inocente Guerra, vocero de los operadores en paro, manifestó que no apadrina los actos vandálicos que se dieron, pero que si hay un culpable, es la empresa Mi Bus.

Aclaró que para ellos el paro fue un éxito, por eso continuarán en su lucha del reajuste salarial a $800.00, por lo que tendrán un acercamiento con los directivos de Mi Bus para conversar.

En cuanto a los detenidos, el dirigente dijo que ya sus abogados están trabajando en su liberación, sin embargo, aclaró que no fueron los conductores los que vandalizaron los buses.

Dijo además que no desmayarán en la lucha que han emprendido para conseguir el reajuste salarial de $800.00, porque con $580.00 no pueden vivir. Mientras este tira y jala se daba entre la empresa y los operadores en paro, los usuarios vivían el calvario de todos los días en las largas filas. Así lo comprobó el equipo de DIAaDIA en un recorrido por el área este y San Miguelito.

Se pronunciaron

Por su parte, la Autoridad del Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT) se pronunció a través de un comunicado en el que su director, Ventura Vega, dijo que no existió ningún paro. Destacaron que como entidad responsable agradecían a todos los operadores de metrobús que se mantuvieron comprometidos con su trabajo y no afectaron a miles de usuarios.