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Colaquito, el cachimbón
Toca desde que tiene cinco años, gracias a la influencia de su papá. (Foto:Cortesía de Colaquito Cortez y Miguel Cavalli / EPASA)

Zulema Emanuel | DIAaDIA

Esta semana en el segmento "Entre toldos y acordeones" conoceremos la vida y trayectoria de uno de los tipiqueros que, como dirían en el interior del país, es un "berraco" ejecutando diferentes instrumentos. ¿De quién se trata?

Bueno, hablamos del hijo de Colaco, mejor conocido en el mundo artístico como Colaquito Cortez, y cuyo nombre completo es Orlino Colaquito Cortez.

Su manera particular de interpretar la música lo ha llevado a ser reconocido como un artista completo, por su versatilidad y facilidad al tocar desde una guitarra, pasando por un tambor e incluso un violín. Por eso se le bautizó como el hombre orquesta de Panamá, cuya carrera cumplirá próximamente 40 años.

Este tipiquero tiene un carisma y una energía impresionante en la tarima, y eso quedó en evidencia durante la pasada temporada de Cuna de Acordeones, en la que, además de ser uno de los jurados más polémicos, sólo le faltó tocar el acordeón de cabeza. Y es que asistir a uno de sus toques es toda una experiencia, pues no sólo se disfruta de la buena música, sino también de ver como ejecuta el violín, la guitarra o el acordeón con una destreza inigualable, lo que refleja a flor de piel su amor por la música.

TRAS LOS PASOS DE SU PADRE

Quien desee saber sobre los orígenes de esta estrella tendrá que conocer más de su padre Escolástico "Colaco" Cortez, a quien se le conoce como uno de los fundadores del movimiento típico panameño al dejar como legado importantes composiciones musicales. De allí, Colaquito trae la vena artística que le ha dado a conocer, pues fue precisamente su padre el que lo enseñó a tocar el acordeón.

"Comencé a tocar desde pequeño junto a mi padre, y desde entonces todo el mundo me llamó Colaquito", relató.

Confesó que era el "cuzungo" (consentido) de su mamá, y cada vez que regresaba del colegio era ella la que lo acompañaba haciéndole los coros.

Recuerda que en sus inicios tuvo que luchar mucho, ya que para entonces no existían los concursos que resaltaran la música típica como ahora. El único programa televisivo que ayudaba a dar a conocer a los artistas era el "Dos busca a uno", que emitió Canal 2 hace ya varias décadas, pero el comercio nacional no le ponía mucha atención.

En cuanto a su experiencia como jurado del pasado Cuna de Acordeones, muy sonreido recordó cuando una de las barras en La Chorrera lo quiso "linchar" por los comentarios que emitió y, aunque fue su primera experiencia de este tipo de concursos, le gustó. Pero asegura que lo que más llamó su atención fue la cantidad de muchachos talentosos que hay en el país.

CASI MARTIR Y SIEMPRE DE BUEN HUMOR

Otro detalle que nos sorprendió es que Colaquito Cortez casi aparece en la lista de los mártires del 9 de enero en 1964. Sí, como lo leen, él fue uno de los institutores que se lanzó a las calles a protestar por la presencia militar estadounidense en Panamá, por lo que recibió un golpe en el pómulo. Esta es una anécdota que pocos conocen del polifacético artista.

Si hay algo que identifica a Colaquito, es su buen humor, 'pues es casi imposible verlo molesto o decaído. Su estado anímico siempre le dan a sus presentaciones un valor agregado.

SU RUTINA

Colaquito es hiperactivo y desde las cinco de la mañana está en pie. Le gusta caminar a esa hora, pues, para él, después de los 30 hay que cuidarse más.

Por eso trata siempre de hacer actividad física, independientemente de la que realiza en el escenario.

Además, trata de comer saludable, evita las grasas, el licor, entre otros alimentos.

COBRA PRECIO DE JUBILADO

El tipiquero nos contó que su pasión es la música, y aunque asegura que su profesión es como el boxeo, no se arrepiente de haber seguido el mismo camino de su padre.

Con una sonrisa Colaquito nos aseguró que es uno de los músicos que no cobra muy caro por sus presentaciones y muchas veces lo ha hecho, incluso, gratis, porque es algo que le llena como músico ver a las personas disfrutando sus temas.

SU MAYOR TESORO

Para Colaquito Cortez sus hijos son lo más importante. Aunque por su profesión no ha tenido la oportunidad de estar a tiempo completo con ellos, siempre trata de inculcarles todos los valores que su padre le enseñó.

Él tiene cuatro hijos: Ornilo Moisés, Maryelis Melani, María Del Rosario y Karen Massiel Cortez, quien es la más pequeña.

Actualmente está divorciado y algunos de sus hijos en Estados Unidos. Él nos aseguró que su hija menor y el Jr. son los únicos a los que le gusta la música y hasta lo han acompañado en tarima. "Para Carnavales viene mi hijo que está estudiando en el extranjero a cantar conmigo y le quiero grabar un disco" , nos dijo muy contento.

PROXIMOS PROYECTOS

Colaquito se mantiene entretenido y actualizado, pero una de las cosas que está entre sus metas es recopilar todas las letras confeccionadas por su padre Colaco Cortez y hacer un disco. Este tipiquero asegura que muy pocas personas saben que su papá es el verdadero compositor de la pieza Guararé, que tocó en el primer Festival de la Mejorana y crear un álbum con todas sus canciones ayudaría a recordarlo.

CURIOSIDADES

  • Sus acordeones le duran más de 30 años, porque los cuida muy bien.
  • Le fascinan las películas de acción.
  • Le da miedo viajar en avión, cada vez que lo hace reza.
  • En cada uno de los países que ha ido, Colaquito visita una iglesia.
  • Su comida favorita es: Arroz con "kimbolito" (una menestra muy consumida en Azuero) y miel de caña, tajada, frijoles con ciruela, micoya y chicha de guate o cajuaro.
  • Colaquito pertenece a una generación de "institutores", entre ellos Rubén Blades, Ulpiano Vergara y Basilio, quien escribió páginas de diversos géneros de la música panameña.
  • Su hermano, Ormelis Cortez, es también acordeonista, y quien acompaña al Ballet folclórico de Panamá, que dirige la Profesora Elisa de Céspedes.

Además de su padre, Colaquito tuvo como guías a otros talentosos músicos locales. "Profesionalmente me formé con Lucho Azcárraga, de quien tengo muy gratos recuerdos y grandes lecciones que me han ayudado mucho en la carrera", reconoció.

Por si fuera poco, en su formación musical también influyeron artistas nacionales como Saint Malo y Alberto Galimany, cuyas composiciones han trascendido fronteras.

Además de su padre, Colaquito tuvo como guías a otros talentosos músicos locales. "Profesionalmente me formé con Lucho Azcárraga, de quien tengo muy gratos recuerdos y grandes lecciones que me han ayudado mucho en la carrera", reconoció.

Por si fuera poco, en su formación musical también influyeron artistas nacionales como Saint Malo y Alberto Galimany, cuyas composiciones han trascendido fronteras.





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