Según el estudio, de 1996 al 2006 se atendieron a 73 pacientes, en estos últimos tres años van 49. (Foto: ERIC BARRIOS /EPASA)
Viola Guevara Gallimore
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Un aumento que preocupa. Del año 1996 al 2006 se atendieron de 13 a 16 pacientes anuales con diagnóstico de cáncer en el Hospital de Especialidades Pediátricas (HEP), de la Caja de Seguro Social (CSS). Sin embargo, ese mismo estudio se hizo entre 1997 al 2010 y la cifra se elevó de 17 a 23 "pacientitos" por año, número que preocupa a los galenos.
El oncólogo pediatra Luis Ángel Fernández, quien fue el que elaboró este análisis, dijo que no han descubierto una causa específica de este incremento, pero que existen factores que inciden en este mal y hasta un virus que está en el ambiente puede influir.
Como en todas las enfermedades, la parte genética influye grandemente, puesto que según el especialista, los niños cuyos padres han sufrido de alguna enfermedad cancerígena son más propensos.
Pero existe otro riesgo, y es al momento en que los niños se resfrían. El especialista detalló que cada vez que a un infante se le desata un resfriado común, los ganglios se inflaman y quedan vulnerables a cualquier virus.
Existe uno llamado "Epstein-Baar", que está en cualquier parte del ambiente, y que es una toxina que activa el cáncer de linfoma. Este virus se desarrolla en cualquier lugar, ambiente o clima, no importa la limpieza, está en todos lados.
Este último mencionado es el segundo en la lista de diagnósticos en los niños, y afecta el área linfática. Primero se encuentra la leucemia y en tercer lugar está el tumor del sistema cerebral nervioso. Luego de estos tres están los tumores de tejidos blandos, los renales y los del sistema óseo (huesos).
El cáncer es un mal que no se puede evitar, son los síntomas de alarma los que dan la alerta para que el niño o niña sea atendido a tiempo y se le pueda curar.