La tristeza la lleva por dentro. La muerte de dos de sus seres queridos, la enfermedad de su padre y la invalidez de su hermana Ivone, han sido un duro golpe en la vida de Xiomara Herrera.

Pero, además, ha tenido que lidiar con la pobreza y el hambre que toca la puerta de su humilde cuarto No 2, de la Multi 41 en San Joaquín, Pedregal.

"Sólo pido por la comida de mi familia y por la atención médica de Ivone, quien nació inválida, y por mi papá", dijo mientras se le hacía un nudo en la garganta.

Siempre aguanta sola sus problemas, a tal punto que los vecinos han pedido ayuda para ellos ante las autoridades locales, porque si desayunan, no almuerzan ni cenan.

La delgadez de los miembros de su familia, que también la componen su padre Miguel, de 80 años; su hija Tania, de 19, y su nieto Andrés, de 1 año, evidencian esta situación.

Don Miguel, impotente, sufre la angustia de su hija Xiomara, porque "quiero ayudar a mi familia, ella no puede trabajar, porque tiene que cuidar a los enfermos".

Él no quiere estar ciego, fue operado de cataratas hace tres años, pero nunca pudo ver. Hace unos días, tuvo que ser llevado al médico, porque sufrió un desmayo. Según los médicos, estaba muy débil, ese día había comido poco.

Xiomara teme por su padre; ella no se recupera de la muerte de su madre hace un año y medio, y 10 días después, la de su hermano. Ambos tenían diabetes.

Sólo le pide a Dios una luz en el camino para superar los obstáculos de la vida.

CARENCIA

Hace mucho tiempo que no se hacen un chequeo médico, ni siquiera los que están en peores condiciones.